Operación Triunfo, producto catalán y fábrica de estrellas por excelencia. Corría el octubre del 2001 cuando la primera edición del concurso de Gestmusic nos introducía a la vida de artistas como Rosa López, David Bisbal, Chenoa, Bustamante o Manu Tenorio. Así sucedería año tras año, siendo infinita la lista de cantantes que consiguieron ganarse la vida gracias a la música fueran o no los ganadores del formato. Con todo, el espacio, que cambió de cadena y presentadores en más de una ocasión, sufriría un desgaste que acabaría en adiós fulminante en el 2011, con una octava edición que pretendía convertirse en la última.

No fue así, ya que TVE lo recuperó —sin demasiada expectativa, presuponemos— en el 2017. El resultado: un éxito increíble de la mano de una generación que nunca había vivido el fenómeno. Entre los concursantes, nombres que todavía hoy día suenan a la radio como el de Aitana, Amaia, Cepeda o Lola Índigo. Odiosas las comparaciones, pero inevitable admitir que no todos han corrido la misma suerte. ¿Resuena el nombre de Thalía Garrido? Tercera expulsada de la temporada, y desaparecida totalmente del mapa hasta hace unos años.

Thalía Garrido, OT 2017. / RTVE

De Malpartida de Plasencia, provincia de Cáceres, solo tenía dieciocho años cuando aterrizó en el Parque Audiovisual de Terrassa. Si bien nunca acabó de encajar con los compañeros ni deslumbró demasiado a la audiencia, nadie puede negar que era una de las alumnas más aplicadas de la academia más famosa de la televisión. La suya última actuación fue interpretando Cenizas de Malú, un tema que le acabaría costando la expulsión con solo el 31% de los votos a favor suyo.

Después de que el programa acabara y el premio se lo llevara la pamplonesa Amaia Romero, Garrido siguió los mismos pasos protocolarios que sus compañeros. Gira por todo el Estado español, llenando estadios tan emblemáticos como el barcelonés Palau Sant Jordi o el Santiago Bernabéu, presencia en galas de toda índole, y asistencia imprescindible a programas de televisión y radio para hacer promo, promo y más promo. ¡Incluso publicó un 'single'! Quien quiero ser, se llamaba. La cosa, sin embargo, no le funcionó del todo bien desde el principio.

La MTV filtró el videoclip antes de tiempo y, poco después, todas sus redes serían hackeadas por un turco. Surrealista. No es de extrañar que acabara por desaparecer completamente de la escena pública. Hasta el 2021, ninguna noticia sobre la extremeña. Sería entonces cuando la veríamos reanudando su carrera musical, cantando en iglesias asturianas. Sin rastro de los temas pop que interpretaba en OT, ahora se dedica al canto lírico.

Estaría poco después de que reanudaría su actividad en Internet, con un nuevo perfil en que informa de las novedades laborales que le surgen. En este tiempo, incluso ha sido parte de obras de teatro musical, y este mismo 2023 publicaba una nueva canción con videoclip. Sin sonidos tropicales ni ropas extravagantes, en el videoclip de Calma y tempestad la vemos tocando el piano y besándose con un chico que puede presumir de ser su novio. En fin, qué vueltas da la vida. Mientras a Aitana la critican por haber enloquecido en su danza, parece que la Thalía ha apostado por un estilo mucho más púdico.

Si prestáis atención a la voz, os daréis cuenta de que suena mucho mejor. Sopraníssima y polifacética, podría ser una más de las Flos Mariae.