Miguel Bosé y Nacho Palau continúan enfrentados en los tribunales, que tienen que resolver un asunto delicado sobre el que ellos no han sido capaces de ponerse de acuerdo: la custodia de sus cuatro hijos. Después de 26 años de relación, la ruptura de la pareja en el 2018 fue traumática. El cantante decidió entonces que se dividirían los hijos por la mitad, según si biológicamente eran de uno o del otro. Él se quedó con Tadeo y Diego, y Palau con Ivo y Telmo. Una situación insostenible que el escultor ha llevado a la Justicia y de la que ha hablado, este domingo por la noche, el programa Hormigas blancas Telecinco.
El juicio estaba previsto para el día 24 de marzo pero se pospuso por la pandemia de Covid-19. En su investigación para averiguar la nueva fecha, el equipo de Carlota Corredera se ha puesto en contacto con el ex de Miguel Bosé. Palau no les ha querido revelar el día escogido por el juez, aunque ha respondido con amabilidad el resto de preguntas que le han hecho por teléfono. Los hijos viven ahora separados, un par en México con el cantante y los otros dos con él en Valencia. Se reencuentran una vez al año, por las vacaciones de verano. Han pasado juntos una semana en julio. "He estado muy bien", confiesa sobre el reencuentro de los cuatro menores. Aunque matiza que las cosas entre Bosé y él continúan tan mal como en los últimos dos años: "Seguimos igual que siempre. Las visitas de los niños son las visitas de los niños, y el resto es el resto. Todo sigue igual".
Pero si la llamada telefónica con Nacho Palau generó interés en plató, más expectación creó todavía una nueva revelación de Lydia Lozano sobre el juicio: Lucía Bosé tenía planeado testificar en contra de su hijo. La madre del cantante falleció de coronavirus el 23 de marzo, el día antes de la fecha inicialmente prevista por el juez, y había decidido que declararía a favor de su exyerno porque "solo quería la unidad de los niños". Según la misma colaboradora, su hijo Miguel lo había autorizado porque entendía perfectamente la posición de su madre.
Aunque sin ella de testigo y el retraso en el juicio, no está nada claro lo que podría acabar ocurriendo.