La fama, estamos hartos de ver casos que lo corroboran, tiene una parte oscura, triste, desagradable y que en muchas ocasiones, no avisa a quién la consigue de qué puede venir. La otra cara de la moneda, de una moneda que cuando sale cara, te sonríe, y hace que seas una persona exitosa, que no paras de recibir elogios y que te ganas bien la vida haciendo lo que más te gusta. Pero cuando sale cruz, vienen los problemas. En algunos casos adicciones, en otros, problemas económicos y ruina, o todo a la vez. Sea como sea, son muchos los deportistas, actores o cantantes que hace tiempo probaron las mieles del éxito y que ahora prueban el sabor amargo. Y es lo que de un tiempo a esta parte le está pasando a uno de los cantantes catalanes más populares de los años 90: Luis Font, fundador del grupo Locomía, los de los abanicos gigantes, que lo petaron de mala manera hace unas décadas.

Un Font a quien ven ahora, con un abanico, ante una parada de metro de Madrid. Una imagen que explica qué ha tenido que hacer años después de su éxito interplanetario con Locomía: cantar en el metro pidiendo limosna. Font, con su hermano Xavier, los dos de Sant Boi de Llobregat, fue apartado de la banda, "Me quitaron de en medio porque era el hermano del dueño de la marca y del creador de Locomía" y quiso tener una carrera musical propia. No fue bien y ha tenido que cantar dentro de los vagones del metro de Madrid "por necesidadHe empezado a cantar en el metro. He descubierto, de verdad, un mundo que desconocía totalmente y donde me he reencontrado con la música, con el público y he encontrado un montón de ángeles que me siguen ayudando. No ha sido fácil". Y no lo está siendo.

Ya lo dicen que a perro flaco todo son pulgas, y ahora la cosa se le complica todavía más. ¿Por qué? Porque lo acaban de operar de un menisco y porque no tiene dónde vivir. De hecho, lo está haciendo en un parque, con una esterilla cerca de un árbol, donde duerme: "Soy Luis Font. Quería comentaros que ayer me operaron del menisco y empieza una nueva etapa con el nombre de 'El diario de un sin techo'". Una situación complicada, teniendo que tomar medicación y pincharse heparina para que no le salgan coágulos en la rodilla por la operación. Pero las malas noticias no se acaban, ya que tal como él ha anunciado con sentido del humor, han empezado a regar y le han mojado, teniendo que marcharse del césped y coger un banco: "Este es el árbol que me protege, es bien bonito, ¿no? Había conseguido dormirme y riegan los parques y yo estaba al lado del chorro y ha empezado a soltar agua, madre mía. Corriendo con la pata vendada, menos mal que las cosas no se mojaron mucho". Un Font que a pesar de la situación, pide que no le envíen más mensajes "tan dramáticos" porque es él quien lo está pasando y aun así, sigue "de buen humor. Jodido, pero saldré de todo".

Esperamos que lo consiga.