Marc Martínez acaba de soplar velas. El magnífico actor catalán acaba de cumplir 54 años en un momento personal inmejorable. Hace un par de meses nació su tercer hijo, el segundo en común con su pareja, la actriz Sara Espígul. Entonces, cuando nació Bruc, Martínez demostró que es alguien que no olvida, que lucha por aquello en lo que cree, que siempre que pueda seguirá diciendo en voz alta lo que haga falta para luchar contra las injusticias que lo rodean.
Sólo hay que ver la declaración de intenciones que se propuso para cada 25 de noviembre, día en el cual nació su hijo: "Hoy ha nacido mi hijo Bruc. El 25N me comprometo que cada año aprovecharé el día de su cumpleaños para recordar a los amigos y la familia que también se celebra el Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres. Y hablaremos; y sobre todo, no lo educaremos en azul".
El intérprete se acuerda de las mujeres maltratadas el día que cumple años su hijo y se acuerda de las personas que están encarceladas injustamente el día de su propio cumpleaños. Porque Martínez, aunque le han calado las numerosas felicitaciones de los familiares y amigos por su día, sigue teniendo la cabeza en las prisiones catalanas.
No cuesta nada intuir qué deseo pidió el bueno de Marc al soplar las velas.