Ha llegado el mes de marzo y con él, el fin de la relación contractual entre María Teresa Campos y el grupo Mediaset. La periodista andaluza, que durante años fue la reina de los matinales televisivos, a la calle después de dos décadas dedicadas en cuerpo y alma a Telecinco.
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La presentadora vio cómo la cadena le cerraba el chiringuito a finales del 2017, cuando fulminaron ¡Qué tiempo tan feliz! porque tenía una audiencia irrisoria. Humillada en su propia casa, la Campos se ha pasado los últimos dos años sin trabajar pero manteniendo un contrato estratosférico: 20.000 euros al mes, según indican fuentes de La Razón, que ahora dejará de ingresar porque no se lo renuevan.
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María Teresa Campos cumplirá 78 años en junio pero lejos de pensar en jubilarse, la presentadora se siente con fuerzas para seguir trabajando. De hecho, es por eso que está tan desanimada. Fuentes próximas a la familia indican al portal Jaleos que “María Teresa no está bien, y aunque no le ha pillado por sorpresa, tenía alguna esperanza porque se veía capaz de seguir en la profesión. No lleva bien tener que ver a sus hijas cada tarde en televisión mientras ella está en casa”. La periodista, furiosa porque sus hijas salen en la tele y ella, no. Lo único que puede hacer es verlas pasar desde el sofá de su casa.
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A la Campos se le acumulan los problemas. La salud de Terelu y las dificultades para vender su antigua casa son sólo algunos ejemplos. Y ahora, olvidada por Telecinco. El ocaso de una estrella de la televisión que se resiste a retirarse.