Poco habrían imaginado los responsables de Renfe, cuando grabaron su spot publicitario de 1995, que dos de los actores infantiles que salían en él se acabarían convirtiendo en una estrella cinematográfica y un cantante famoso. El primero, Mario Casas. El intérprete gallego, que entonces ya vivía en Catalunya con su familia, se estrenó en la pequeña pantalla anunciando el servicio de cercanías. "En el cole, las profesoras. En casa, los padres. Y aquí, por lo menos, nos dejan en paz", recitaba sentado en uno de los vagones. A su lado hay una niña rubia que es su hermana Sheila. Y también un chico de pelo negro que pocos años más tarde ganó popularidad como concursante de la primera edición de Operación Triunfo.

El chaval del medio es Naím Thomas, el triunfito de Premià de Mar que saltó a la fama a los 21 años cuando participó en OT1 (2001). Aunque antes de empezar una carrera musical, el artista se dedicó a interpretar papeles infantiles en el cine y la televisión. El anuncio de Renfe se empezó a emitir el mismo año que él cumplía los 15, pero ya hacía un montón de tiempo que su cara salía en la tele. En 1992 apareció por primera vez en una serie, Mission Top Secret, de Howard Rubie; al año siguiente hizo su primera película con Intruso del desaparecido Vicente Aranda; y en 1996 formó parte del reparto de Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera, de Chiquito de la Calzada. En 1997 actuó en Gracias por la propina, y antes de cumplir 18 años, en 1998, trabajó también en Caricias de Ventura Pons.

Naím Thomas se hizo famoso cuando participó en Operación Triunfo, en el año 2001 | GTRES

Por su parte, Mario Casas siguió haciendo anuncios hasta que le llegó una oportunidad en una serie. De Telepizza a Scalextric, pasando por la colonia Barbie Sirena. Finalmente en 2007 alcanzó la fama haciendo de Aitor Carrasco en Los hombres de Paco. Inolvidable, como lo será también, a partir de ahora, su cara de travieso en un tren de cercanías.