Reconocemos la debilidad que tenemos en En Blau por el maravilloso Matthew McConaughey. Uno de aquellos actores que llena la pantalla, especialmente los últimos años, con algunos papeles icónicos que quedarán para siempre en el recuerdo de los espectadores, y con buenas elecciones a la hora de participar en algunas películas y series que lo han elevado al estatus de estrella de Hollywood, o que lo llevaron, por ejemplo, a ganar el tan preciado Oscar por Dallas Buyers Club, donde interpretaba al personaje real de un cowboy tejano yonqui que contrae el sida en los años 80, papel por el cual tuvo que sufrir un radical cambio físico.
La carrera de McConaughey es prolífica y llena de filmes que valen mucho la pena, como Tiempo de matar, Lone Star, Contact, The wedding planner, Reino de fuego, Cómo perder un chico en 10 días, Sahara, Tropic thunder, Mud, Magic Mike, Interstellar, The paperboy o The gentlemen. Pero si nos tenemos que quedar con dos personajes de los últimos que ha interpretado, uno, sin duda, es el del detective 'Rust Cohle' en True detective. Nadie en la historia de la televisión ha fumado tan bien como lo hacía él en esta magnífica serie, donde cada escena donde salía hablando, pensando o reflexionando con un cigarrillo en los labios, era una demostración despampanante de su talento.
El otro personaje, más pequeño, pero absolutamente hilarante, era el del broker 'Mark Hanna' en El lobo de Wall Street y su inolvidable canción mientras le daba consejos al personaje de Leonardo di Caprio en un restaurante de lujo..:
En clave personal, la vida también le sonríe. Desde hace diecisiete años vive enamorado de la vida de su pareja, la modelo brasileña Camila Alves, y con ella ha formado una familia preciosa, con tres hijos, Levi, Vida y Livingstone, viviendo todos juntos en Malibú, California. Las últimas imágenes que recordamos de los hijos del intérprete nos llevan a unos niños pequeños, que apenas levantaban un palmo del suelo.
Pero los años pasan, y los pequeños ya no lo son tanto, especialmente los dos mayores, que con 15 y 13 años son ya todos unos adolescentes. Especialmente nos ha dejado sin palabras la imagen actual que tiene Levi, muy alto, cara de mayor, pelo rubio estilo surfero, guapísimo, y pareciéndose muchísimo a su padre. A su lado, su hermana Vida, que tiene más retirada a la madre, y que también ha crecido mucho. Una imagen preciosa mientras el orgulloso padre practica uno de sus hobbies, hacer de peluquero. Y qué mejor que con sus propios hijos.
Espectacular el cambio de los dos, especialmente de Levi, que es clavadito a su padre, y que no nos extrañaría si dentro de cuatro días lo vemos siguiendo los pasos de su padre delante de cámaras o de su madre encima de las pasarelas de moda.