Cada uno hace lo que le da la gana con su cuerpo, solo faltaría. Cada uno hace lo que le sale del moño y si quiere ir sin ropa a una playa donde no hay nadie, solo faltaría que no pueda estar tomando el sol como Dios le trajo al mundo y zambullirse dentro del agua con el inmenso placer de hacerlo desnudo. Es una práctica habitual por parte de mucha gente a quien no le incomoda nada no ir vestido ni con bañador o bikini. Por eso, entendemos perfectamente la rabia y la impotencia, y también el cabreo mayúsculo de una querida actriz, cuando alguien quiso sacar tajada de la situación sin su visto bueno ni sin que ella hubiera dado su permiso y se pusiera como una mona al ver lo que estaba pasando con unos hombres a unos metros de distancia de ella. Metafóricamente hablando, pero también, de manera literal. Hablamos de la gran Melanie Olivares.

La de Badalona, magnífica intérprete, tiene un currículum extenso, tocando todos los palos, cine, teatro y televisión, el terreno donde más se ha abonado: Más que amigos, Ambiciones, Robles investigador, Policías, De moda, La embajada, Benvinguts a la família, Amar es para siempre o la más reciente, Beguinas. Aunque si hay una serie que la marcó, fue sin duda Aída, donde hacía de 'Paz'.

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Melanie Olivares y Paco León en 'Aída' / Telecinco

Más allá de su talento ante cámaras, que lo tiene para dar y para tomar, una de las cosas que más nos gustan de Melanie es que llama a las cosas por su nombre. No se calla ante las injusticias, cuándo alguna cosa a su alrededor le toca las narices y cuándo siente que tiene que dejar las cosas claras. Olivares tiene carácter y defiende aquello en lo que ella cree. Y si le tiene que decir cuatro cosas bien dichas a quien se lo merezca, no duda en hacerlo. Como lo ha vuelto a demostrar en el imprescindible show del cómico Raúl Massana en Madrid, 'Yo nunca', donde la actriz se ha hecho suya la famosa frase y puede decir alto y claro que "Yo nunca he sufrido un robado de 'Interviú", que, como ya saben, si te ha pasado, en el juego, bebes. Y a ella le ha pasado.

Explica Melanie que durante la primera temporada de la serie que la catapultó a la fama, Aída, cuando a ella nunca la había perseguido la prensa, fue un día a la playa, a su Badalona natal. "Yo he crecido en bolas, he sido muy salvajilla siempre". Estaba allí relajada cuando de repente, a unos metro se fijó en que había alguien. Unos hombres, unos paparazzi: "Veo en una roca un objetivo así. ¡Hostia puta! Cogí esa roca, me encaramé como un cangrejo y se fueron"... Se marcharon, pero ya tenían lo que querían: "A la mañana siguiente abro 'El País' y veo mis tetas ahí en primera en una foto de publicidad del 'Interviú' dentro de 'El País'. Y dije: '¡Os váis a cagar!'. Porque a mi nadie me ha pagado esto para que yo esté en todas las casas de esta gente haciéndose pajas en mi puta cara. Y los denuncié". La cosa se alargó 4 años, y finalmente ella pudo ganar 70.000 euros. Pero lo que fue verdaderamente importante, "lo que verdaderamente fue bonito fue que cambió la jurisprudencia: gracias a esa sentencia que salió ya no podían hacer fotos sin pagar".

Melanie Olivares, maravillosa.