El pasado mes de abril Miguel Bosé compartía en Instagram su viaje a Disneyland (Los Ángeles) junto a sus cuatro hijos. "El sitio más feliz del mundo", definía entonces al artista al parque temático.
Ahora, hemos podido saber que las consecuencias de ese viaje se han convertido en todo un problema para el autor de canciones como Morena Mía o Amante Bandido.
Según ha denunciado el mismo Bosé a la policía, ha sido víctima de una extorsión económica. Le piden más de 60.000 dólares para que no se publiquen en una revista las fotos de él con sus hijos en el parque de atracciones.
La denuncia cuenta que el cantante habría sufrido un ciberataque en el móvil por el que le han sido sustraídas fotos privadas con sus pequeños. Después, habría recibido una serie de mails donde le invitaban a comprar las fotos sino quería que aparecieran en una revista. Es entonces cuando se ha decidido a denunciarlo a la policía, aportando pruebas.
Obsesión por la intimidad
Si esta experiencia afectaría a cualquier padre, lo hace especialmente en Bosé, que está obsesionado con la intimidad de sus pequeños. Incluso llegó a mantener en secreto que había sido padre por segunda vez -y otra vez de dos hijos- mediante la gestación subrogada.
En Disneyland, Bosé acudió con los pequeños al completo: los primeros en nacer, Diego y Tadeo, y los que llegaron siete meses después, Ivo y Telmo. El viaje no era de puro ocio, sino parte de una acción publicitaria.