Hace doce años una serie catalana revolucionó la audiencia, especialmente, a los espectadores más jóvenes. Creada por Albert Espinosa y dirigida y producida por Pau Freixas, fue un éxito total durante 28 capítulos, explicando la vida de un grupo de chicos y chicas que coinciden en un hospital a causa de diferentes enfermedades. Un grupo de jóvenes que forman una pandilla a prueba de todo, de cualquier desgracia que los hubiera llevado allí y de lo que pudiera pasar. Un grupo que se autobautizaban los 'Pulseras rojas' y que demuestran que la amistad y el amor es el motor más potente, incluso (o especialmente) en las situaciones más difíciles y cuando la vida nos da la espalda. Pulseras rojas hablaba de la amistad, de las ganas de vivir y del afán de superación. Momentos inolvidables hay a espuertas. Pero para resumirlos, seguro de que muchos lectores se emocionarán al oír el himno no oficial de la serie, aquel Sense tu de Teràpia de Shock:
El grupo de los pulseras era maravilloso. Cada uno de sus miembros te robaba el corazón. Los personajes y los actores que les daban vida. Todos tenían su papel, según ellos mismos decían en la serie. Había 'el líder', el Lleó, un adolescente con cáncer (Àlex Monner); 'el segundo líder, que sería líder si no estuviera el líder', Jordi, que también tenía un cáncer (Igor Szpakowski); 'la chica', Cristina, que sufría anorexia (Joana Vilapuig); 'el listo', Toni, con el síndrome de Asperger (Marc Balaguer), 'el imprescindible', Roc, en coma desde hacía dos años por una caída en una piscina (Nil Cardoner) o 'el guapo', Ignasi, que sufre una enfermedad del corazón (Mikel Iglesias).
Quedémonos con este último personaje, interpretado por el gran Mikel Iglesias, que, como sus compañeros, nos robó el corazón. Gracias, en parte, a la excelente tarea del joven intérprete, que cuando abordó a su icónico personaje, tenía 15 años. Ahora tiene 26, y ha seguido forjándose una sólida carrera delante de cámaras, ya sea en series como en películas. Así, después del boom de los Pulseras rojas, Mikel ha participado en filmes como Los últimos días, Ismael, La próxima piel o Mientras dure la guerra, en series como Yo quisiera, Perdóname señor o Benvinguts a la família, y en obras de teatro como Els nostres tigres beuen llet. Evidentemente, Mikel ha crecido, y ahora sigue siendo igual de buen actor e igual de guapo, pero más adulto. En sus redes sociales se puede ir viendo su evolución, con algunas imágenes despampanantes, divertidas, espontáneas y sensacionales. Mirada penetrante, ojos traviesos y socarrones, cuando le ha salido del moño, se ha mostrado tal cual, al natural, sin nada de ropa, o incluso, en un momento de euforia, regalando imágenes curiosas en medio de un concierto. Tal como dijo el 1 de enero, toda una declaración de intenciones dando repaso al año que dejaba atrás: "2022 de cambios, aprendizaje, de compartir, vivir, querer, de escuchar y sobretodo, de empezar a entender, a qué hemos venido a aquí":
Esperemos ver muy pronto a este espléndido actor en otro de aquellos papeles que nos enamoren. Tiene talento, imagen y una sana costumbre: hacer siempre lo que le sale de las narices. Que siga así. Maravilloso Mikel.