En lo que llevamos de semana, diferentes actores, actrices, cantantes y humoristas han visitado El Hormiguero de Pablo Motos: Fernando Tejero, José Manuel Poga, Patrick Criado, Carlos Cuevas, Eva Santolaria, Rosalía, Raúl Cimas, Clara Galle, Julio Peña y Javier Cámara. Diferentes personas dedicadas al mundo de la cultura que a ojos de una colega, no tendrían que ir nunca en la vida. Ni ellos ni el resto de personas que aman la cultura y que se dedican a ella. Hablamos de la actriz nacida en las Canarias Mònica López. La intérprete ha hablado más claro que nadie. Ha hecho un alegato descomunal, brutal, contra el programa de más audiencia de la televisión en España.
López, muy querida por los espectadores catalanes, lleva toda la vida regalando a la audiencia papeles maravillosos en diferentes series y películas. Su currículum es de traca: Nissaga de poder, Clara Campoamor: la mujer olvidada, Acusados, En la ciutat, Que Dios nos perdones, El reino, Hierro o la serie más reciente, Rapa. La nueva ficción de Movistar+, estrenada el pasado 15 de junio, explica la historia de Amparo Seoane, la alcaldesa de Cedeira, en A Coruña, una poderosa mujer que es asesinada. Los encargados de investigar el crimen serán Maite, sargento de la guardia civil a quien da vida López, y Tomás, único testigo, interpretado por Cámara.
Hace unos días, como decíamos, Javier Cámara fue uno de los invitados del programa de las hormigas. Pero su partenaire a la serie no fue. ¿Por qué? Ella misma lo ha explicado en una entrevista a Ràdio Estel donde ha destrozado al programa y a su presentador por blanquear el fascismo. Un programa donde le han puesto una alfombra roja, por ejemplo, al líder de Vox Santiago Abascal, con una entrevista-masaje que, entre otras cosas, hizo que la actriz catalana no quisiera ir ni en pintura a hablar con Motos: "Nunca me callaré. Ahora tengo una pelea tremenda porque... Lo diré: no hay que ir nunca a 'El Hormiguero'. Ese señor blanquea el fascismo y blanquea a gente impresentable. La gente de la cultura no podemos ir a 'El Hormiguero'". López reconoce que pensar así le ha hecho tener "grandes riñas con la productora. A ese señor le importa un pimiento que vaya yo o no, pero el pobre Javier tuvo que ir". Y ahora se acaba de estrenar la segunda temporada.
Un Javier Cámara que sí fue (ha ido diferentes veces), a pesar de la conversación con Mònica López, una Mònica López a la que Pablo Motos no mencionó en su conversación con Cámara: "Javier me dijo: 'Es que hay que ir, Mònica, lo ven en una sola sesión tres millones de personas'. ¿Y qué? Pues quizás da igual que no lo vean tres millones más, pero es que no se tiene que ir a estos lugares, por ética. Me estoy enfadando mucho, pero es que lo veo tan claro, y todo el mundo a mi alrededor me mira como si yo fuera la loca". Pero no está loca. Al contrario. Todo lo que dice es juicioso y son muchos los colegas que la han apoyado:
Queda claro que Mònica no irá nunca a divertirse a 'El Hormiguero', como pregona cada día Pablo Motos al inicio de los programas. De hecho, ojalá muchos sigan su ejemplo.