El 2019 no puede haber empezado peor para la actriz y modelo Mónica Pont. Después de años de lucha pública por la custodia de su hijo, la catalana pensaba que las cosas no se podían torcer todavía más. Pero nada más lejos de la realidad. En enero, un grave accidente de esquí casi le provoca la muerte. Aunque, mirándolo bien, si nos ponemos optimistas siempre es mejor buscar el lado positivo de las cosas: Mónica Pont está viva para contarlo.

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Ella misma ha hablado de ello esta noche en Sábado Deluxe. La modelo cumplió 48 años el pasado 23 de enero y lo celebró esquiando en el Pirineo. Pero lo que tenían que ser unos días de celebración idílica en Baqueira Beret se convirtieron enseguida en una pesadilla.

El drama de Mónica Pont empezó cuando cayó por un socavón de más de dos metros de desnivel. "Me caí con tan mala pata que me di de cara y mi rodilla hizo crac". El dolor era insoportable, pero lo peor todavía tenía que llegar. La catalana pensó que estaba a punto de morir, cuando los servicios de rescate hicieron acto de presencia para evacuarla. "Me estáis matando", lss decía Mónica, a medida que la bajaban urgentemente con una camilla. Las sacudidas mientras se deslizaban por las pistas le impedían respirar con normalidad. Sentía cómo se ahogaba.

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El accidente la ha dejado incapacitada durante los próximos ocho meses, mínimo. Por lo que ha perdido un trabajo que le ilusionaba muchísimo: una película de acción en los EE.UU. Pero con la pierna destrozada y moviéndose arriba y abajo con un par de muletas, es mejor que ni siquiera se lo plantee. Mientras enseña sus heridas a la audiencia y a sus compañeros, horrorizados, la modelo catalana se lamenta porque dice que se encuentra en el peor momento de su vida: "Estoy sola. No tengo una pareja para que cuide de mí".

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Mónica Pont, devastada. Aunque parece que lo peor ya ha pasado. Ahora le quedan ocho meses por delante, para recuperarse de un accidente con muy "mala pata", como dice ella misma.