La actriz catalana Mònica Pont es una de las caras más famosas de Catalunya. Ha hecho los programas y las series más vistos del país. Ella era la azafata del Tres pics y repicó de TV3 o participó en la serie más vista en España de Lina Morgan, Hostal Royal Manzanares. Modelo y presentadora, también ha participado en numerosos programas, a veces como invitada, hablando de su vida, pero también como participante de realities.
Hace un tiempo, debido a que en España no le salían oportunidades laborales, hizo las maletas y se marchó hacia México. De hecho, en el Deluxe estuvo comentando cómo le iba la vida y presumió de su único hijo, Javier, a punto de cumplir 18 años, alto y rubio como ella, con quien estuvo de vacaciones por la Costa Brava.
La intérprete catalana es feliz en México, pero también echa de menos cosas de cuando vivía aquí. En una entrevista para la revista Diez Minutos, sin embargo, ha sorprendido al reconocer qué es lo que más echa de menos de cuando vivía en Catalunya o después en Madrid, donde también ha hecho buena parte de su carrera profesional.
Evidentemente, como casi todo el mundo que se marcha fuera, una de las cosas que más se añoran es la gastronomía. Y en este sentido, Pont lo tiene claro: "Echo de menos el pà amb tomàquet i la llonganissa catalana... Y el jamón ibérico. Y los picos de Jerez... ¡Los kikos! Las churrucas! ¿Las famosas churrucas y pipas? No hay. Vamos, me voy a llevar de aquí... así", haciendo referencia a que después de pasar unos días en España, volverá a México haciendo cargada de provisiones hasta que vuelva otra vez.
Pero aparte de los recuerdos alimentarios, la actriz ha sorprendido por otra cosa que ahora que está en México, echa muy de menos de España. Una cosa que llama la atención que añore, porque probablemente es de aquellas cosas que cuando las tienes a mano, ni te das cuenta de que están.
Dice Mònica Pont que aparte de "los edificios.... todo está limpio. Las papeleras... No encuentro papeleras, no sé por qué. No encuentro papeleras en las calles (de Mèxic)".
Eso sí, por mucho que eche de menos las papeleras o el pan con tomate, evidentemente, a quien querría tener al lado a todas horas es a su hijo. Aunque admite que a pesar de la distancia "ahora está más cerca de mí de lo que ha estado nunca. Yo cada semana hablo con él, cosa que cuando vivía aquí en España le veía cada quince días y por circunstancias no me llamaba, y ahora, estoy más separada de quilómetros, pero como lo veo por FaceTime cada semana, siento que estoy más cerca que nunca".
Esperamos que muy pronto puedan volver a estar juntos y disfrutar de un buen pan con tomate y longaniza el uno al lado del otro.