Uno de los actores más peculiares del cine español, Quique San Francisco, ha muerto a los 65 años después de unas semanas ingresado en el hospital debido a una neumonía bilateral que no ha podido superar. Las alarmas saltaron a principios de enero, cuando el intérprete suspendió una función de su obra La penúltima en el Aula de Cultura de Getxo debido al empeoramiento de su estado. Y ahora, después de 40 días ingresado, no ha podido superarlo.
Quique San Francisco ha sido uno de los humoristas más carismáticos de su generación, cualidad a la que acompañaba a su característico físico, con los ojos saltones y su tono de voz fruto de los excesos. Habitual de El club de la comedia, también lo vimos en filmes como Amanece que no es poco, Acción mutante, París-Tombuctú o Cuéntame como pasó. Después de reconocer su adicción a drogas duras a principios de los años 80, fue también un representante del denominado como cine quinqui, siendo uno de los pocos supervivientes de películas como Colegas, Navajeros o El Pico
Más allá de su faceta delante de las cámaras, las últimas intervenciones de San Francisco en diferentes programas o entrevistas crearon mucha polémica. Con un aspecto bastante decrépito, el actor soltaba algunas consideraciones favorables a la ultraderecha, ya que después de haberse alistado de jove en la Legión española llegando a ser francotirador, se consideraba un seguidor de Vox de nueva hornada y pregonaba su orgullo porque le llamaran "facha de mierda".