La ruptura traumática de Miguel Bosé con Nacho Palau, su novio escultor durante 26 años, todavía trae cola. La pareja tuvo cuatro hijos, pero cuando se separaron, el cantante se marchó a vivir a México con los dos gemelos mayores, Diego y Tadeo, y su ex se quedó con Ivo y Telmo. Durante todos estos meses, Palau ha preferido guardar silencio, pero la foto del artista y dos de los niños, con falda y gafas de sol en un photocall en Los Ángeles la semana pasada, ha sido la gota que ha hecho tirar el vaso y ahora ha estallado definitivamente en una entrevista en el diario El País.
El ex de Miguel Bosé vive, desde que se separó del cantante, en casa de su madre en Xelva, un pueblo del interior del País Valencià. Sobre las imágenes de sus hijos en una alfombra roja, Palau, se muestra contundente, furioso porque Bosé los muestre públicamente: "No me ha gustado nada". El exnovio del artista está devastado y encuentra injusto que los cuatro hermanos no se puedan ver entre ellos: “Me da mucha pena ver así a los enanos”.
La batalla de Nacho Palau se juega ahora en los tribunales. El ex de Bosé lo ha demandado y reclama que los niños se críen juntos, como siempre. Diego y Tadeo son hijos biológicos del cantante; e Ivo y Telmo lo son de Palau. Pero los cuatro han crecido como hermanos: “Yo adoro a mis cuatro hijos y estoy deseando abrazar a los otros dos, a los que ahora no veo. Ivo y Telmo echan de menos a Miguel y a sus hermanos, y supongo que pasará lo mismo respecto a mí con Tadeo y Diego”. El entorno de Palau revela a El País que Miguel Bosé se ha desentendido totalmente de los dos niños que se han quedado en Valencia y su ex reclama lo que considera mejor para los menores: "Solo quiero que mis cuatro hijos sean iguales a efectos legales".
Cuando Bosé se marchó con dos de los hijos, Palau lo perdió todo. Todo, excepto a los otros dos niños: "Me he quedado con una mano delante y otra detrás". Ahora lucha para poder volver ver a sus otros dos hijos, después de que el cantante decidiera que tenían que repartírselos.