El nombre de Nacho Vidal está ligado a la industria pornográfica. Ahora bien, el actor ahora se encuentra preparando una película de acción mientras promociona su empresa de juguetes. Dos trabajos que compagina, además, con la promoción de su libro Mi nombre es Violeta, una novela inspirada en el proceso de transexualidad de su hija.
Su hijo Nacho aseguró desde bien pequeño que no estaba cómodo con su cuerpo, ya que se consideraba niña. Y poco a poco fue experimentando una serie de cambios que realmente le han convertido en una. Vidal y su mujer aceptaron los sentimientos del pequeño y le ayudaron en el llevar proceso de pasar a ser una chica. El primer paso fue cambiarle el nombre, de Nacho a Violeta. Los trámites no fueron fáciles, pero finalmente consiguieron darle esta alegría a la pequeña.
Las implicaciones familiares y sociales que tiene un proceso así son inmensas. Cambios, miedos, operaciones... No es nada fácil, y es por eso que el actor ha querido ayudar a otros padres a que pasen por una situación así con el libro de Violeta.
Hace un par de semanas que ha salido en venta, con lo que Vidal sigue recurriendo los medios de comunicación para hacer publicidad de él. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que confesar cómo están viviendo este proceso?
Nacho ha hablado con Lecturas sobre la situación familiar en la que se encuentran. ¿Cómo reaccionaron cuando el niño les pidió cambiar de sexo? "Recuerdo que lloré miedo por dentro porque me vinieron en la cabeza todos los problemas a los que se enfrentan hoy en día muchos transexuales. Tragué saliva y le dije que me parecía bien. Al día siguiente fuimos a una tienda y le compramos ropa de niña para llenar todo el armario".
Su mujer lo pasó muy mal, ya que se sentía culpable al haber estado tratándolo como un chico durante sus primeros seis años de vida. Es difícil asimilarlo, pero Nacho afirma que lo acabas haciendo: "Requiere un proceso, yo tardé dos años al hacerme en la idea del cambio. Pero un día, paseando con ella cogidos de la mano por la calle, sentí como si se me diera toda su energía y sentí que tenía una hija".
TV3
Aconseja a los padres que busquen ayuda en alguna asociación, pero que sobre todo se centren al dar todo el amor y compresión posible a sus hijos: "Así conseguirán que se abran y conocerán bien la problemática que viven y los podrán ayudar".
Su hija ahora mismo se encuentra decidiendo si operarse o no: "Cuando le dices se haga la vaginoplastia, le provoca desagrado. Su madre y yo pretendemos que Violeta se siento bien siendo una niña con pene. Y si algún día decide operarse, que sea por voluntad propia y no para que se lo dicte ninguna presión social sobre ella". ¿Ayudará a que explique a su testimonio? ¿Cómo de duro ha sido, realmente, este cambio?