La actriz Nausicaa Bonnín, conocida por series como El cor de la ciutat en TV3 o ahora Servir y proteger en La 1, lleva un tiempo demostrando que además de ser una excelente intérprete, no se calla cuándo algo le parece injusto o directamente, criticable.
Hace poco dio apoyo a una corriente que se creó en Twitter después de que una colega, Júlia Barceló, se quejara públicamente de que "Ser actriz es que la mayoría de personajes que interpretarás a lo largo de tu vida estén escritos por autores que te consideran un complemento de los hombres que salen en la obra". Rápidamente se extendió el hashtag #SerActriuÉs y una de las que se sumó a la crítica fue Bonnín:
#SerActriuÉs hacer una serie a Tele5 y tener que repetir una secuencia pq "las bragas sueño demasiado anchas, te pondremos un tanga".
— Nausicaa Bonnín Dufrenoy (@nausicaabo) September 11, 2018
Bonnín apunta, con razón, un hecho lamentable. Y ahora ha vuelto a poner el foco en una cuestión relacionada con enseñar cuerpo. El suyo. La actriz debe pensar, con buen criterio, que ella hace con su cuerpo lo que quiere y cuando le da la gana. Especialmente, si se encuentra en alta mar navegando en un barco. Y es lo que ha pasado: le han hecho una foto disfrutando de un baño muy desnuda en una imagen muy sincera y, tal como la define ella misma, "muy bonita" y la ha publicado en Instagram. La foto en cuestión enseña a una Bonnín mirando fijamente a cámara con la cabeza fuera del agua y el cuerpo sumergido. Pero Sor Instagram ha decidido que era irreverente, incómoda y que traspasaba sus límites de puritanismo y la han decidido retirar... Sin saber que Nausicaa Bonnín es tozuda y peleona. ¿Qué es lo que ha hecho inmediatamente después de la censura la actriz? Volver a publicar la foto en un pulso hacia la red:
La foto, por cierto, continúa publicada a estas alturas y ya tiene más de 4.000 likes. Bonnín ya había publicado anteriormente algunas imágenes suyas donde se la veía con poca ropa, fotografías que habían evitado las tijeras de la censura por los pelos. Pero en ninguna de ellas se veía, como ahora si pasa aunque de refilón, un pezón o una nalga.
Pronto tendremos que decir, en lugar de con la iglesias hemos topado, con Instagram hemos topado.