Nausicaa y Hermann. Hermann y Nausicaa. Qué escándalo de intérpretes. Padre e hija, hija y padre, compartiendo apellido, sinónimo de talento, Bonnín, compartiendo sangre, compartiendo vínculo y compartiendo pasión. Actriz y actor mayúsculos, tanto él como ella nos han regalado interpretaciones descomunales a lo largo de sus respectivas carreras. Cómo se echa de menos al grandioso Hermann y su magnética presencia delante de cámaras o encima de los escenarios. Cómo añoramos los espectadores a este actor y director superlativo que nos dejó en el 2020 a los 84 años con un legado de traca: Monturiol el senyor del mar, La febre d'or, La ciudad de los prodigios, La tempestad, La gaviota, ¿Quién teme a Virginia Woolf?, La celestina, La metamorfosis, Laberint d'ombres, Cuéntame cómo pasó y tantas otras.
Ya lo dicen que de tal palo tal astilla, y en el caso de los Bonnín, ahí es nada el talento que ha heredado Nausicaa Bonnín de parte de su padre. Actriz inmensa, tampoco se queda corta en su currículum: El jardí abandonat, La gaviota, La dama de las camelias, Don Juan, Las brujas de Salem, Lo mejor de mí, Las vidas de Celia, Tres dies amb la família, Elisa K, El cor de la ciutat, Cites, Servir y proteger, Sé quién eres... Lo último que ha hecho es para ponerse de pie y aplaudir con las orejas: en la película La infiltrada, que acaba de ganar el Goya a mejor filme, ex aequo con El 47, y donde estaba nominada a mejor actriz secundaria, premio que finalmente fue a parar a otra grandísima actriz catalana, Clara Segura. Y atención a la obra de teatro La presència que se podrá ver próximamente.
Goya a Mejor actriz de reparto para Clara Segura, por 'El 47' - película participada por @rtve-.
— La 1 (@La1_tve) February 8, 2025
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Vayan a verla porque vale mucho la pena. Nausicaa llena la pantalla cada vez que sale. Mirada hipnótica, sonrisa, bondad, talento y humanidad, la interpretación le ha regalado algunos de los mejores momentos de su vida, pero sin duda, el más importante para ella es su hija Saó, nacida en el 2020 y que ya tiene cuatro años. De ella y de su padre ha hablado en una conversación imprescindible con Xavi Bundó en el Via lliure de RAC1. Una conversación que ha tenido un momento sobrecogedor, conmovedor, que nos ha puesto la carne de gallina hablando del momento en que nació y la tuvo entre sus brazos y los días posteriores, con su hija recién nacida, de pocos días... que desgraciadamente coincidió en el tiempo con la muerte de su padre Hermann, que llevaba dos años muy enfermo. "Saó nació el 29 de julio y Hermann moría el 25 de septiembre. La vida y la muerte. Muy bestia".
Una enfermedad parecida al alzhéimer, los cuerpos de Lewy, se lo llevó, y Nausicaa ha recordado con el corazón en un puño cómo vivió aquella época, intentando que se conocieran con su nieta, dado que la enfermedad avanzaba muy rápido: "Tienen una foto juntos. La única". Esta foto preciosa:
"Se conocieron, no se reconocieron, y recuerdo mucho las dos semanas que estuvimos en el hospital: a mi hija le daba el pecho cada media hora. Yo me despedía de Hermann cada media hora que no sabía... 'Me voy a dar el pecho, cuando vuelva..., no sé qué pasará, no sé si estarás vivo o no'. Salir del hospital y en el bar de delante dar el pecho a mi hija de un mes, volver a entrar, en el abismo de la muerte, era una sensación muy intensa y al mismo tiempo preciosa, porque viví la muerte de mi padre desde un lugar muy vital y enérgico, que es que yo, literalmente estaba dando vida".
Lo que decíamos, un testimonio que pone la carne de gallina, duro, pero como dice ella, lleno de vida. Como decía Nausicaa en la única foto juntos de abuelo, hija y nieta: "Los tres Bonnín juntos. Para siempre. ¡Cúidanos desde allí arriba! Te queremos". Seguro que desde allí arriba, Hermann le hace caso y estará orgulloso de su hija y su nieta. Nausicaa, maravillosa.