Año 2010. Siglo XXI. Parece mentira, pero todavía hay quien piensa que según el color de la piel que tengas, te tienes que llamar de una manera u otra. Que vivimos rodeados de micro-racismos, o racismo, a secas, es una obviedad. Al igual que cada día tenemos que seguir lamentando y denunciando gestos homófobos o machistas. Y ahora le ha tocado vivir una experiencia desagradable a la actriz catalana Nausicaa Bonnín, que ella misma ha verbalizado en la red.

@nausicaabo

La intérprete de filmes como Tres días con la familia o series como Sé quien eres ha pedido un taxi por teléfono. Cuando el coche ha llegado a la dirección donde la tenía que recoger, el taxista le ha dicho: "Vengo a buscar a Nausicaa Bonnín". "¡Sí! Soy yo", le responde ella. Y el hombre, con cara de sorpresa, vomita una frase que tendría que hacernos reflexionar como sociedad: "Pensaba que recogería a una negra de color, con este nombre!". Que alguien le explique a este conductor que no hay que llamarse Nausicaa, Jolissa, Ashanti o Andalá para ser negro. Que un nombre no hace el color de la piel. Y que un hombre o una mujer negros pueden llamarse Antonio o Mª Luisa. Por no hablar del matiz negra de color, y del tonito de condescendencia de con este nombre. Y ya no digamos si le explicamos al taxista que el origen etimológico de Nausicaa lo encontramos en la mitología griega, que probablemente le habría estallado el cerebro.

Pues la "peña" ha comentado el desagradable episodio vivido por Bonnín:

No sabemos cómo se llamaba el taxista. Pero sí sabemos lo que es.