Muchos actores, a menudo, y lamentablemente, se tienen que buscar la vida cuando el teléfono no suena o no llegan ofertas de trabajo. Cuántos bares de copas están llenos de actores y actrices extraordinarios que se tienen que ganar la vida para poder pagar las facturas mientras no pueden tener la suerte de hacer su trabajo. De hecho, dicen que es el colectivo donde un porcentaje más pequeño del total de profesionales trabaja de lo suyo. Que le pregunten, si no, a la maravillosa actriz y presentadora Marisol Galdón, que ha confesado que hace un tiempo le pasó por la cabeza la palabra suicidio al ver que nadie no la contrata. Otras veces, hay intérpretes que cuando no están encima de un escenario, o delante de una cámara, ocupan todo su tiempo en una causa noble, noblísima, tanto, que ha hecho emocionar a María Patiño. Tanto, que se ha roto.
Esta es la cara que le ha quedado a la presentadora de Socialité cuando ha escuchado uno de los testimonios más conmovedores que han podido ver los espectadores del programa de mediodías de Telecinco los fines de semana. Patiño, con el alma en un puño de la emoción, al ver lo que ha explicado la actriz catalana Neus Sanz. Nacida en Igualada hace 48 años, empezó en este mundo a los 17 de la mano de La Cubana, con quien debutó en TV3 haciendo algún papel en la mítica Teresines S. A. Con la compañía teatral ha participado en numerosos espectáculos como Cómeme el coco, negro, Una nit d'òpera o Cubanades. Además, encima del escenario la podemos ver en La Llamada en Madrid, donde ha hecho buena parte de su carrera. En televisión, también ha intervenido en series como Casi perfectos, Los hombres de Paco, El Barco, B&B De boca en boca, Águila roja, Amar es para siempre o Veneno. Incluso participó en Volver de Pedro Almodóvar. Y si quieren pasar actualmente un buen rato, y emocionarse, no se pierdan la gira de Un pedacito de mí:
A Sanz es habitual verla así, haciendo algún papel. Pero si vamos a su cuenta de Instagram, veremos cómo la gran mayoría de las imágenes que ella publica no tienen nada que ver con ningún personaje y sí con la vida real. Imágenes donde se la ve de blanco, con bata o mascarilla. Imágenes como estas:
"Ahora vamos a descubrir la faceta més desconocida de Neus Sanz cuando no está actuando", anuncian en el programa Socialité: "Trabaja como voluntaria en hospitales y la actriz ha reconocido que lo más duro es la planta de oncología", dice una Patiño a quién se le empieza a quebrar la voz. Y efectivamente, la actriz catalana se pasa media vida haciendo de voluntaria en hospitales, "Mi lugar en el mundo", como dice en muchas publicaciones, al lado de un corazón. "Es el momento de partir y como siempre, estoy llorando," dice Sanz desde la puerta de un hospital.
Sanz habla de su experiencia, de la planta de oncología infantil... y se te encoge el corazón: "Uno de los niños que tenía en el corazón fue Candela, y Candela falleció. Y a raíz de ahí tuve que dejar un poquito el voluntariado. Lo dejé un año. No podía hacer la misma ruta con el autobús ni pasar por el hospital. la pérdida de Candela fue un vacío muy fuerte, muy grande". "¿A veces te llevas esa carga a casa?", quieren saber. "No. Me llevo ganas de volver. Entonces vuelvo para seguir ayudando, porque creo que te hace ser mejor persona. Cuando ayudas al otro, entendiste muchas cosas de la vida. Yo me llevo una caricia en el corazón". Pero oncología pediátrica era durísimo, tener que despedir a niños y niñas a los que el maldito cáncer podía con ellos. Se puso a hacer voluntariado con adultos, "en daño cerebral y paliativos. La clave es el amor y el cariño. ¿Te quieres venir conmigo? Es muy bonito", le dice a la reportera. Reconoce que el peor momento es cuando se tiene que marchar para ir a hacer teatro: "Siempre les digo: 'Tengo que irme para poder volver'". Puedes cliquear en la foto para ver al emocionante testimonio:
Al volver a plató, María Patiño llora tanto o más que Sanz, como seguro que muchos espectadores, compungidos y conmovidos por lo que han visto y por la bondad de lo que hace Neus Sanz cuando no está trabajando. La presentadora, sin poder articular palabra, entre sollozos, dice: "Si diésemos más a los demás nos olvidaríamos más de nosotros mismos y seríamos menos egoistas". A la actriz se le saltaban las lágrimas. A Patiño también. Y a todos nosotros. Maravillosa Neus Sanz.