Neymar Jr o es un inconsciente o justamente, todo lo contrario: es alguien muy convencido de las provocaciones que hace. No hay persona en todo el planeta a quien le de absolutamente igual lo que piensen o dejen de pensar de él. O precisamente eso es lo que le motiva. Si hay una fecha marcada en rojo en su calendario es el cumpleaños de su hermana Raffaella. No sé cómo se lo hace, pero siempre se las ingenia para ser el primero en aparecer en la fiesta y el último en marcharse. Tanto le da que esté lesionado y de baja durante dos meses.
Cuando jugaba en el Barça ya provocó la quinta tarjeta, le sancionaron y pudo volar a Brasil. ¿Que ahora estoy en el PSG? Aprovecho que me han operado y cojo el primer vuelo directo París-Sao Paulo. Con la pata renqueante y muletas, pero él, pies para qué os quiero hacia la discoteca Villa Mix. Muy profesional, sí señor.
Es como si Lidia Heredia, ahora que hace días que no aparece en Els Matins por una lesión en la rodilla, colgara un vídeo suyo haciendo el pino puente en una discoteca de Mangaratiba. Vicent Sanchis entraría en colapso. Pues eso le pasa al jeque del Qatar propietario del club francés.
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Pero es lo que tiene haber pagado una millonada por un jugador que tenía que ser tu héroe en la Champions y que vio la eliminación a manos del Madrid desde casa... Desde su casa en Brasil. O directamente, desde la discoteca. Has pagado mucho por él, sí. Pero ahora has de tragar con sus excentricidades, llámale provocaciones. ¿La última del brasileño? Marcarse un reguetón de J. Balvin a la pata coja, antes de ir hacia la fiesta, mientras hace equilibrios para no caer y que la fractura del quinto metatarsiano de un dedo no se convirtiera en una fractura de todos los metatarsianos que quepan en un pie.
Y dicen que Neymar se ha vuelto a ofrecer al Barça porque no está contento en París... Como diría Piqué, 'se queda', pero que se quede en Brasil, en París, o dónde sea.