Ya lo recogíamos hace algunos días en EN Blau y hoy lo recuperamos. Ampliando la información, por supuesto. Para qué si no. En tiempos de separaciones como la de Chenoa y Aitana, el mundo se queda anonadado al enterarse del enésimo idilio amoroso de Bertín Osborne. No por nada, que ya se sabe que a Norberto le gusta más una mujer que a un tonto un lápiz. Pero es que si no tuviera suficiente con el nacimiento inminente de su séptimo hijo a la edad de 69 y con Gabriela Guillén, una examante con la que ha demostrado llevarse a matar, ahora le sacan otro amor oculto. Escondido por él, por supuesto. Laura Fa y Lorena Vázquez destapaban el embolado en cuestión hace algunos días en una tertulia televisiva.
Se trata de una conquista variopinta. No por nada concreto, más allá de que poco tiene que ver con los perfiles a los que el presentador nos tiene acostumbrados. 40 años, de Barcelona y llevan desde el 2017 encontrándose de forma intermitente. Las cronistas catalanas ampliarían la información con cuentagotas en su pódcast Mamarazzis. "La inicial de la mujer es M". Según afirmaban, esta señora habría asistido al festival de música de Peralada "como acompañante oficial" y "no se escondían demasiado".
Incluso la llevó a su finca sevillana, pese a que ambos estaban en una relación estable. Cuidado, porque eso solo lo sabía Bertín. Ella creía que era la única en la vida del cantante de Buenas noches, señora. No sabía nada de nada de Chabeli Navarro, la cantante Enna o el vínculo con Guillén. "Está dolida pensando que Bertín ha mantenido tantas relaciones que ella en realidad no era nada importante en su vida", contaban. No es extraño. Ahora bien, la tal M todavía no ha querido pronunciarse al respecto de nada. Lo que sí han hecho las mamarazzis ha sido poner más luz a la oscuridad.
A pesar de que iba a publicarse el próximo sábado en exclusiva en El Periódico, a Fa se le ha terminado escapando el nombre de la mujer en una intervención en Espejo Público. Sin problema. Exclusiva adelantada y más jugo para los fans del chismorreo. Se llama Marta y no, no es joyera como algunos programas decían confirmar. Tampoco es modelo ni chica de imagen cualquiera: Marta es licenciada. Otra evidencia de que es una señora bien es que reside en el Upper Diagonal barcelonés. La zona alta. Por todos es sabido que Bertín no se conformaría con menos. En otros asuntos, cabe destacar que la pandemia supuso un pequeño parón en sus encuentros con Osborne. También que algunas personas del entorno del VIP ya la conocían bien.
Un ejemplo paradigmático sería el de Juan Carlos, su chófer. En palabras de Laura Fa, él "se ha ocupado de facilitar los billetes de tren, los de avión, las reservas en hoteles (...). Conoce los gustos de su jefe y sabe, por ejemplo, que a Bertín no le gusta dormir acompañado. Así, aunque la pareja pasaba largas jornadas de intimidad, llegada una hora prudencial, Marta se iba a otra habitación para descansar". Vaya, vaya. Así que mucho romance extraoficial, pero nada de acurrucarse en la misma cama. Por eso de mejor salvar las distancias con mujeres fuera de la relación pública, será.
José Miguel Sagnier, conocido entre su círculo como Rufo e íntimo del madrileño, también habría compartido confidencias con la pareja-no pareja. "Uno de los restaurantes a los que más solía acudir Bertín con Marta es al Negro, en la Avenida Diagonal. No se escondían a pesar de estar ambos con pareja. Tenían una vida paralela que creían única", aclara Fa en la misma pieza para El Periódico. No escatimaban. Menudo disgusto para la tal Marta. Desde aquí la emplazamos a que cuente su verdad. Seguro que el relato nos deja todavía más en shock.