Lo que pasó este jueves con Carles Puigdemont será difícil de olvidar. Su llegada, su discurso, ante el Arco del Triunfo de Barcelona y sobre todo cómo se marchó sin que los Mossos lo detuvieran. Una jornada que nos dejó a todos con los ojos como platos, y que ahora, después de este 8 de agosto que pasará a la historia, podemos decir, por boca de Lluís Llach, que "Está sano, salvo y, sobre todo, libre". Un Puigdemont que según Jordi Turull, estaba en Catalunya desde el martes y que vuelve a Waterloo, dejando con un palmo de narices al juez Llarena.
Solo un marciano, o un cantante famoso, millonario, indocumentado e ignorante, a estas alturas de la película no saben quién es el presidente Puigdemont. Seas entendido en política o no, seas independentista o no, seas un demócrata o un hiperventilado ultra español, es evidente que Puigdemont es de las personas más relevantes de los últimos años en este país, mal que les pese a algunos. Pero parece mentira que a pesar de que su nombre se ha mencionado millones de veces, y que su cara haya salido en todas partes, haya gente como Omar Montes que hace uno de los ridículos más espantosos que se recuerdan... Con algunos periodistas riendo su incultura de manera todavía más penosa. Cuando le preguntan al cantante de Carabanchel, y ex de Isa Pantoja, sobre Puigdemont, y cómo le había quitado protagonismo el mismo día que él iba al Cante de las Minas para recoger un premio, el 'Castillete de Oro', en reconocimiento a su carrera musical, miren cuál fue su respuesta. Y lo más triste, es que parece sincera:
No hay que añadir nada más.