Oriana Marzoli pasa de todo. Mientras son muchos los famosos que han aprovechado su imagen pública para concienciar a sus seguidores de la necesidad de seguir estrictamente el confinamiento, la exconcursante de Gran Hermano y Supervivientes es de las que prefiere ir a la suya en un momento de crisis sanitaria como el actual. Si las autoridades piden que los ciudadanos se encierren en casa y extremen las medidas de higiene, ella decide que lo mejor que puede hacer es coger el coche y marcharse a una fiesta en casa de unos amigos. Y eso que este tipo de conductas están estrictamente prohibidas. Pero a Oriana le importa muy poco. Poquísimo. Hasta el punto que ha tenido la desvergüenza de publicar las fotos en Instagram. O eso es lo que parece, porque ella lo ha acabado negando todo. Las imágenes se han hecho virales en cuestión de horas y la polémica está servida.
Festival de infracciones de la mediática hispano-venezolana. La primera de todas, saltarse el confinamiento. Después: se graba en el coche conduciendo para ir a la fiesta, besos y abrazos con sus amigos, bailes y acrobacias en el jardín y en la piscina del chalet... todo esto sin guardar ningún tipo de distancia de seguridad ni hacer uso de guantes ni mascarillas. Las fotos le han valido una avalancha de críticas y las ha acabado eliminando. Para defenderse, Oriana ha colgado un comunicado donde asegura que las imágenes de la fiesta en la piscina no son actuales y que se trata de un malentendido: "Los puñeteros vídeos, que su antiguos, los subo porque me da la gana". Palabras y más palabras que sus detractores no se tragan.
¿Le abrirán una investigación al estilo Rajoy para saber a ciencia cierta si se ha saltado el confinamiento?