Pablo Alborán es un ídolo de masas. Por eso, son muchos los fans que están atentos a lo que dice el cantante andaluz y a todo lo que le pasa. Sienten como propias las alegrías y los éxitos del músico y viven con desazón las cosas malas que le puedan pasar. Como ahora.

Pablo Alborán / Instagram

El cantante de Te he echado de menos seguro que no echará nada de menos lo que le acaba de pasar y que difícilmente olvidará. Probablemente, a partir de ahora, tendrá mil ojos, y nunca mejor dicho, antes de caer en el mismo error que le ha provocado un desagradable accidente doméstico que lo ha tenido "sin parar de llorar. Llevo dos horas llorando". No ha tenido que lamentar ningún dolor del alma, ninguna pena relacionada con los sentimientos, sino un molestísimo dolor físico, en los ojos, fruto de una pifia.

Pablo Alborán / Instagram

Al llegar a casa después de una dura jornada de trabajo, Alborán hizo lo que ha hecho miles a veces: quitarse el maquillaje después de una entrevista. Pero lo hizo con lo que no tocaba: Me equivoco y, en vez de echarme crema hidratante en los ojos, me echo pasta de dientes. Sí, pasta de dientes. Y ahora no paro de llorar. Llevo dos horas llorando".

Esperamos que el escozor le haya pasado y que sus ojos vuelvan a cautivar a los millones de seguidores que tiene, así como de su voz. Y esperamos que el público catalán pueda ver cómo le brillan los ojos, pero de la emoción, cuándo lo vean cantar en directo el próximo 30 de julio en el Festival de la Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols. Valdrá mucho la pena.