Últimamente, en los escenarios españoles donde actúan los cantantes en esta era del coronavirus pasan demasiadas cosas que poco o nada tienen que ver con lo que se espera que pase allí encima. La música ha dejado paso las últimas semanas a demostraciones vergonzosas de chulopiscinismo, como el que demostró un macarra Loquillo contra un miembro de seguridad de un recinto o lo que le acaba de pasar a Pablo López.
Albacete. Gira 'Unikornio'. El cantante andaluz estaba haciendo una de sus habituales demostraciones delante de un piano. Un intérprete que se deja la piel y el alma en cada concierto, con una voz y una intensidad prodigiosas cuando actúa ante el público. Cuando de repente, un impresentable decidió hacerse notar y desde fuera del recinto decidió tirarle una piedra en medio de una canción.
Afortunadamente, el proyectil no le impactó en su cuerpo, pero sí en el piano. "Aunque en ese momento trató de continuar con el show, López fue incapaz de contener las lágrimas y terminó abandonando el escenario durante varios minutos", explican algunas crónicas.
López se marchó y volvió poco después, visiblemente afectado, pero desde aquel momento lo hizo acompañado sólo de una guitarra y una silla ante el público. Un hecho abyecto. Pero la única manera de combatir a los energúmenos es hacer lo que hizo López: seguir plantando cara a la violencia con música.