Sorpresa estival de las buenas. Sería esta una buena definición para hablar del amor entre raquetas de Paula Badosa, la gerundense nacida en Nueva York que en alguna ocasión ha renegado del catalán, y el griego Stefanos Tsitsipas. Ambos tenistas y fuertemente enamorados, han deleitado el mundo con su insolente práctica de la gran fantasía que supone ser novios en la veintena desde que este pasado verano empezara. Ella, haciendo caso omiso de todas las indirectas que el actor y modelo cubano Juan Betancourt le dirigía a través de la red. Partieron peras en torno a marzo y tan solo necesitó poco más de un mes para volver a sentir la llama del amor dentro del estómago. O mariposas, que también se dice. Quizás los tenistas sienten otra cosa, pero ya se entiende suficiente la historia.
Sin necesidad de sobre explicar nada ni escondiéndose en exceso, Badosa y Tsitsipas lo han puesto bien fácil desde un inicio con respecto a todo el mundo que quisiera estar enterado del estado de su relación. Cómo, se preguntarán. Tan sencillo como haciendo uso de Instagram y creando una cuenta conjunta, un perfil de pareja. Tsitsidosa, lo llamaron. Quien no lo entendiera es que no tenía muchas luces, porque el shippeo estaba más claro que un vaso de agua. La cuenta en cuestión, de hecho, la utilizaban para publicar todo todito. Incluidas imágenes como las 'polaroid' desvestidos que aquí arriba recogemos, obviando cualquier tipo de pudor porque la felicidad no se tiene que esconder. Y decimos que la utilizaban, porque la cosa ha cambiado. Su relación parece haber cambiado, mejor dicho.
El movimiento que aviva los rumores de crisis entre Badosa y Tsitsipas
¿Qué ha pasado y cómo se sabe que su relación ya no está en el mismo punto? Tan sencillo como seguir el mismo mecanismo que mencionamos previamente. Acceder a Instagram, buscar por @tsitsidosa esperando encontrarnos la última de sus acarameladas instantáneas de tortolitos y chocar de bruces con el desastre. A 26 de septiembre, ni una sola imagen. Todo borrado, el perfil está vacío. La nada, como si un agujero de gusano hubiera chupado cualquier rastro de la infinita estima —o quizás no tan infinita— que se profesaban. Los casi 96.000 seguidores que aglutinan no tienen acceso a ningún contenido. Lástima y desolación.
Cuenta: porque siguen teniendo una imagen de perfil de los dos sonriendo y siendo requetefelices. Eso y una biografía cuando menos descriptiva. "Best friends & soulmates. Nothing less; nothing more", dice, que en la traducción vendría a significar, literalmente, "Mejores amigos y almas gemelas. Nada menos, nada más". Buen momento para hacer una pausa y hacer un trago de agua o el refresco de la preferencia de cada uno por digerir esta información contradictoria. ¿Cómo que mejores amigos? ¿Alguien puede precisar qué quiere decir todo esto? Dudas que planteamos al aire, preguntándonos si esta enigmática frase tiene alguna cosa que ver con la desaparición total de las fotografías de su vida en común.
¿En qué punto está realmente la relación de los tenistas?
Si lo que están haciendo este par de deportistas es jugar a despistar, les tenemos que decir que sí que nos han despistado. Afortunadamente, no hay que ser un agente de la CIA ni del FBI para buscar rápidamente por sus usuarios individuales y ver que la última publicación en que aparecen juntos fecha de hace solo unas semanas. Con todo, la cuenta de la discordia sí que permite el acceso a la visualización de una historia, en la cual se les ve bien juntitos disfrutando de su estancia a Dubái. Precisamente en este lugar, donde todavía se encuentran, Paula hacía gala el pasado lunes de un ramo de rosas que había recibido.
No sabemos quién le regaló este ramo, pero nos podemos hacer una idea. Nada se entiende mucho. Recordamos que son almas gemelas. A los dos les encanta volvernos locos, eso seguro.