El 16 de diciembre del 2018, Lluís Gavaldà, Joan Reig y Falín Cáceres presentaban el que era su último disco en aquel momento, Som, en el Gran Teatro del Liceu de Barcelona. En un momento dado interpretaron una de las canciones de aquel álbum, La vida és bonica (però complicada). Pero al hacerlo, Els Pets emocionaron a todo el público de la platea. Porque los de Constantí se la dedicaron a los presos políticos catalanes: "No me pensaba, cuando la hicimos, que esta canción sería tan vigente y tan actual; habla de gente que está en las prisiones y de gente que los añora, por lo tanto, si no os sabe mal, la dedicaremos a los presos y a las presas políticas de este país".

El trío nunca ha callado ante una de las injusticia de la mal llamada justicia española. La situación de los Jordis, Junqueras y compañía, encarcelados, es la muestra más fehaciente de como de represor puede ser el estado español ante los que no piensan como ellos y dicen que sí a todo.

Lluís Gavaldà, Joan Reig y Falín Cáceres, Els Pets / @elspetsoficial

Jordi Cuixart / Foto: Sergi Alcàzar

Gavaldà, Reig y Falín han ido a Lledoners para visitar al presidente de Òmnium, Jordi Cuixart. Un encuentro emotivo, sereno y necesario, como cualquier visita que reciben los presos políticos. Al salir, Els Pets han publicado una foto y han conmovido a muchísimas personas. Nadie como ellos, que saben tanto de tocar la fibra con sus letras, podía emocionar cómo lo han hecho ellos con lo que han dicho después de charlar con Cuixart: "Hoy, conversando con Jordi Cuixart, hemos comprobado que las ideas, el coraje y la razón no se pueden encarcelar de ninguna manera. Gracias por tanta dignidad".

Sólo alguien como ellos, con toda su bondad, podían haber emocionado tanto con su gesto y sus palabras. Seguro que Cuixart, después de estar un rato con estas tres personas maravillosas, pensó que el de ayer, dentro de lo que cabe, fue un Bon dia, que El que val la pena de veritat es tener a personas alrededor que te demuestran su calor, y que todavía le quedan Tantes coses per fer. Y las hará. Fuera de la prisión, donde no tendría que haber entrado nunca.