Todavía nos estamos pellizcando por la noticia que pone el panorama rosa catalán patas arriba. La pareja más famosa, mediática y seguida estaría pasando por una crisis sentimental sin precedentes. Los rumores hablan de ruptura, de infidelidad, de que ya no viven juntos en la misma casa. Que ella le ha pillado con otra chica, una joven azafata de 20 años, y que lógicamente se ha enfurecido como nunca. Hablamos de Gerard Piqué y Shakira, sí. Un terremoto sin precedentes, el peor final para una historia que muchos consideraban como un auténtico cuento de hadas.
No es la primera, la segunda ni la tercera vez que se hacen públicos los presuntos problemas entre el futbolista y la estrella de la música. Incluso podríamos decir que un sector del mundo del cotilleo desea con todas sus fuerzas la disolución de la pareja. La diferencia es que en este nuevo embate los ingredientes parecen diferentes: se ofrecen datos más concretos, a pesar de que sin ninguna confirmación oficial ni documento gráfico alguno. Ahora bien, aquellos que aseguran que han visto con sus propios ojos las aventuras fuera de casa del central o los que han presenciado la ira del amante al enterarse del engaño salen como setas. Incluso los gold diggers informativos, los buscadores de oro, analizan las letras de Shakira en su nuevo hit 'Te felicito': encuentran en este tema con Rauw Alejandro la crónica de una separación nada amistosa. Así es este negocio.
Hace días que no vemos ninguna imagen de los dos juntos. Los compromisos profesionales de la colombiana, viajando a menudo a los Estados Unidos donde acaba de estrenar un talent show, explicarían esta situación anómala y extraña. Pero claro, con el estallido de estos rumores todo se complica y adquiere nuevas interpretaciones. Según el relato que nos ocupa, la distancia entre ambos también existe en la misma ciudad de Barcelona: Piqué estaría viviendo en su piso de soltero en el Carrer de Muntaner, abandonando la mansión familiar de Esplugues de Llobregat. Un hogar, sin embargo, en el que acabamos de asistir a la primera imagen del reencuentro de la pareja. Shakira ha vuelto de Nueva York y se ha reunido con sus hijos Milan y Sasha. También con Gerard. Ahora bien, las imágenes exclusivas de Chance ofrecen detalles inquietantes y sorprendentes que alimentan la teoría de la crisis. Por ejemplo, ver al deportista llegar caminando y llamando el timbre. ¿Se había dejado las llaves? ¿O es que ya no tiene?
Minutos después asistiamos a una nueva escena tan fugaz como jugosa. Los dos abandonaban la casa juntos en el mismo coche. Gerard conducía el vehículo mientras Shakira miraba el móvil sin levantar la vista. Sus rictus no serían, precisamente, la expresión más esmerada de felicidad, de paz ni de buen rollo. Salen de casa a toda velocidad, huyendo de la presión de los paparazzi. ¿Revelador? Cada uno tendrá su opinión, pero de momento todo va dentro del pack de la especulación. La respuesta sólo la tienen ellos. Mientras no se manifiesten, barra libre.
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Catalunya con el corazón en un puño. Seguiremos atentos.