Este martes ha habido una nueva demostración esperpéntica de la catalanofobia que se respira en el Congreso de los Diputados. La imagen más paradigmática la tenemos en los ultras de Vox, que para protestar porque se hablara por primera vez libremente en la Cámara Baja en catalán, euskera y gallego, abandonaron sus escaños e hicieron el numerito de dejar los aparatos con traducción simultánea en el escaño de Pedro Sánchez. El habitual paripé fascista con tufo de rancio del que vive la formación liderada por Santiago Abascal.

Paripé de Vox en el Congreso de los Diputados
Paripé de Vox en el Congreso de los Diputados
Paripé de Vox en el Congreso de los Diputados

A los indocumentados de Vox les molesta que no se hable castellano en el Congreso. O todavía más, les molesta que se hable catalán y euskera en el Congreso. Y otra que se hace pequeña cada vez que entrevista a Abascal y le dedica masajes televisivos, Ana Rosa Quintana, también ha hecho su meadita sarcástica en su programa nuevo, TardeAR. Pero que alguien le diga que hacer jijijaja a costa de las lenguas no le está sirviendo de mucho, porque su nueva propuesta se está hundiendo en la miseria con pírricos datos de audiencia en los dos primeros programas. Quintana, analizando lo que pasó en el Congreso, hizo mofa diciendo que: "Una cosa, y ahora cuando salen allí al patio en el Congreso. ¿Uno habla en catalán, otro en euskera, el otro en bable?"... Muy ocurrente, ella. Y hoy, quien se ha sumado a esta catalanofobia parlamentaria es alguien como Ramón Arcusa, uno de los integrantes del mítico El Dúo Dinámico.

Ramón Arcusa / IG

Sí, el de Quince años tiene mi amor, le gusta tanto bailar el rock... Pero también el de "Franco hizo también muchas cosas buenas de las que no se habla". O el de "uno de los misterios más insondables de la política española: cómo es posible que la izquierda pueda pactar con cualquier partido que desprecie y pretenda desestabilizar España y, sin embargo, vean como un crimen insoportable que el PP pueda pactar con Vox. Dos varas de medir". Arcusa tanto elogia a un dictador como sale en defensa de Vox. Todo en orden. Ahora, a la que ha sentido olor a catalán, ha vuelto a salir de la cueva para quejarse. A la que se ha hablado en catalán en el Congreso de los Diputados ha vuelto a demostrar que si él hubiera sido diputado, habría hecho como los Abascal, Ortega-Smith y compañía con el traductor.

Ramón Arcusa / GTRES

Arcusa, un entendido en el funcionamiento del Congreso, dice que  "Cualquier diputado elegido no solo representa a los que le votaron donde lo fue, sino que representa A TODOS LOS ESPAÑOLES, [a TODOS]. Y por respeto, debe hacerse entender con el mínimo coste, y no solo el económico. Lo otro es una falta de respeto a sus paisanosLa única lengua OFICIAL en todo el Estado español es... ¡bingo! el español de la RAE. De nada". Otro que chochea, que habla de respeco a la lengua solo cuando le interesa a él y a la lengua que a él le interesa, y que además, hace el ridículo al hablar de una lengua que no sabe ni como se llama, tal y como le han recordado los usuarios. Además, muchos le muestran el punto 3 del artículo que él ha recuperado, para acabar de humillarlo:

"Quisiera ser el eco de tu voz, quisiera ser un águila real, quisiera ser un pobre ruiseñor, quisiera ser aurora boreal", cantaba él... Todo eso es lo que quería ser, porque lo que es, ha quedado bastante claro.