Un concierto en el que ya se avecinaba movida de antemano sin que a nadie le picase la nariz como a Dakota de Hermano Mayor. Rauw Alejandro estrenaba el mes de septiembre en el Palau Sant Jordi en un momento personal complicado y en una tierra que nadie sabía a ciencia cierta si lo iba a acoger de la mejor manera. El porqué no es complejo, ya que, en cierto modo, ha vuelto a casa. Él es puertorriqueño, pero Catalunya ha estado en su corazón durante una buena temporada a raíz de su relación con Rosalía. Un amor que ya no es y cuyo fin ha colmado titulares y más titulares.

El concierto de Rauw Alejandro en Barcelona. / EFE

Rumores de infidelidad constantes han perseguido a Alejandro y se descubrían cuestiones de un interés tan sumamente popular como su escapada secreta a Punta Cana junto a la actriz Ester Expósito. También, indicios —o al menos eso contaba Amor Romeira en Fiesta de verano— de la voluntad de practicar el ejercicio de la deslealtad con la 'viceversa' Zaira de la Morena. La cosa se había ido tanto de madre que el artista terminaba considerando mucho mejor seguir avivando el fuego que apostar por el silencio. ¿Último movimiento? El lanzamiento de Hayami Hana, una canción explícitamente dirigida a la de Sant Esteve Sesrovires en la que destaca de forma reiterada que no fue infiel. Si se atrevió a cantar esta canción en la ciudad condal, os preguntaréis. La respuesta es un por supuesto acompañado de un desmesurado numerito lacrimógeno digno de emocionar a Steven Spielberg. 

El gesto que denota que (al menos) ha tenido tiempo de aprender el idioma

Poco después de que diera comienzo el espectáculo, y antes de interpretar el tema NO ME SUELTES, Rauw Alejandro sorprendía con una interacción inusual con el público. Inusual porque no todos los días actúa en Catalunya, vaya. La cuestión es que el cantante optó por hacer gala del catalán que ha podido aprender durante estos últimos años de emparejamiento con Rosalía.

Conceptos tan básicos, pero efectivos como "Bona nit, Barcelona!" "T'estimo molt" y el intento de una construcción que ya indicaba por donde iban a ir los tiros. "Aquesta es la segunda ciudad que me siento en casa", y los fans enloquecen. Por si a alguien se le escapa y no es capaz de hilar tan fino: se siente en casa porque nuestra querida Rosi es de aquí. Sorpresa.

Lloros desconsolados por su ex que lo obligan a cortar una actuación en directo

Pero es que ahí no se queda la cosa, porque como anticipábamos, las lágrimas también fueron grandes protagonistas de la noche. Y la emoción no solo se sobrepuso en el ambiente cuando Alejandro interpretó el tema BESO, uno de los tres comprendidos en su último trabajo conjunto con la motomami, ya que el plato fuerte era este último publicado en agosto a modo de despedida. Antes de cantar Hayami Hana, expresaba que "nunca pensé que iba a cantar esta canción en vivo, pero lo voy a hacer solamente aquí en Barcelona". Durante la actuación, otra vez, pausa para los lloros.

"No la voy a cantar nunca más en mi vida". No parece que ni Hayami Hana, ni BESO ni VAMPIROS vayan a volver a sonar durante la gira mundial del artista. Es una pena. Le reconocemos, eso sí, que el compendio global del espectáculo no estuvo nada mal. Mucho baile y muchas luces que quedaron ciertamente eclipsados por ese toque lastimero y performativo. Parece que no olvida a la catalana, y no lo culpamos. Es lo que hay.