La investigación contra Daniel Sancho ha concluido. Así lo ha confirmado la policía tailandesa el lunes 2 de octubre después de prácticamente dos meses desde que el macabro crimen de la isla tailandesa de Koh Phangan saliera a la luz. Como ya hemos recogido en las últimas semanas en EN Blau, el hijo del famoso actor Rodolfo Sancho permanece recluso en la prisión de Koh Samui desde el pasado 7 de agosto a la espera de que empiece el juicio en que se le acusa de asesinar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta.
Mientras las informaciones sobre su vida pasada no dejan de fluctuar por los diferentes medios de comunicación y las tertulias televisivas, el foco mediático también se centra en las inevitables consecuencias que las terribles acciones que el cocinero confesó haber cometido tendrán sobre su persona. Cierne constantemente sobre todo la posibilidad de la pena de muerte, que sí que es legal en Tailandia, y la efectividad de la cual sería pedida por la Fiscalía de acuerdo con los indicios de que se trata de un asesinato premeditado. Sin embargo, la defensa de Sancho, capitaneada por el reconocido abogado Marcos García Montes, no desiste y afronta el diseño de una estrategia para evitar la pena capital.
Un abanico de posibilidades para Daniel Sancho
Y ahora Sonsoles, el programa presentado por Sonsoles Ónega que lidera la franja de la tarde en el panorama estatal, puso luz sobre una de las cuestiones más escabrosas y de qué menos datos se tenía hasta hace muy poco: la verdadera relación entre la víctima y el presunto autor de los hechos. Y es que, si bien desde un inicio se publicó que nos encontrábamos a ante un crimen de carácter pasional, así como que la relación entre Sancho y Arrieta iba más allá de la amistad, fue la aparición en el espacio de Antena 3 de un hombre llamado Luis que conmocionó y aportó otra visión. El entrevistado admitía en la narración de un relato oscuro como fue acosado por el facultativo, quien se presentaba en su domicilio e incluso lo llegó a amenazar. La disputa acabó por la vía legal con Edwin admitiendo buena parte de las acusaciones.
Son informaciones como esta en que la defensa de Sancho podría ampararse en la hora de evitar el perjuicio mayor para su cliente. Una rebaja de la condena, que a estas alturas difícilmente se escapa de oscilar entre la cadena perpetua y la pena capital, solo conmutable por el rey de Tailandia y siguiendo las huellas del catalán Artur Segarra. Una posibilidad de atenuante que puede ser clave y la vía idónea para que la condena final sea inferior en cuanto a los años que pasará dentro de la prisión.
¿Cuál puede ser la condena final al hijo de Rodolfo Sancho?
El mismo programa arriba mencionado tenía recientemente la oportunidad de charlar con uno de los tres jueces del caso y su declaración ha aportado información muy jugosa para los seguidores de la historia. Parece que, de demostrarse que no hay premeditación —entre otras cuestiones, desmentir las imágenes en que, presuntamente, se ve a Daniel Sancho comprando artículos como cuchillos y bolsas de plástico—, la pena podría rebajarse a la cadena perpetua antes mencionada. Serían solo quince los años que, al menos, tendría que pasar dentro del centro penitenciario asignado. Además, testimonios como el de Luis o un vídeo de contenido sexual en que se ven claramente las coacciones de Edwin Arrieta, podría ser determinante si se tienen en consideración en el proceso judicial.
Como muy temprano, se espera que el juicio se celebre en unos dos meses. Será entonces cuando el círculo quede cerrado y se sepa cuál es la resolución final.