Todos los fans de Como si fos ahir están pendientes de que vuelva el serial de mediodías a TV3 después de Semana Santa. Y es que la última escena del último capítulo fue de las que te dejan delante del televisor sin aliento. Tensión y bronca de las buenas entre Miquel y Noe (Eduard Farelo y Elena Gadel), dos de los personajes más emblemáticos de la serie. Miquel ha sabido toda la verdad, Noe finalmente le ha confesado que le ha puesto los cuernos con Aitor, el profesor de Eric... Y el personaje interpretado por Eduard Farelo, que estaba que trinaba.
Miquel estaba enfadado como una mona. Nada en comparación con el cabreo monumental de Eduard Farelo. ¿Por qué? A raíz de una "caza" que él considera que se ha hecho en redes contra su hija Irma, conocida en el mundo de la música urbana como Mushkaa, una de las que lo petan en el panorama actual.
Los últimos días, ha circulado por las redes sociales un vídeo de hace más de un año en que la cantante reprochaba a algunos catalanes que son demasiado "agresivos" con el uso de la lengua: "Me encanta el catalán, pero hay gente que lo habla de una manera tan agresiva que hace que quien lo podría hablar con normalidad se sienta rechazado porque le dirán charnego", aseguraba la cantante en un podcast Radio Hangar que una usuaria en la red recuperó. Este fragmento:
Inmediatamente, reacciones masivas en 'X', ataques furibundos e insultos a la joven de 19 años. Pero el fragmento continúa. En la entrevista dice muchas más cosas sobre nuestra lengua. Aquí tienen la entrevista entera donde defiende que, a pesar de hablar catalán de manera incorrecta, es necesario e imprescindible utilizar y defender el catalán:
Pero ya sabemos que en la red del expajarito, cualquier frase sacada de contexto es aprovechada para un ensañamiento. Y Farelo ha dicho que ya basta. El padre de Mushkaa (y de Bad Gyal), fan suyo y a quién vimos emocionado hace unos meses en uno de sus conciertos, ha dicho que ya es suficiente, harto de este "bar de borrachos a las cinco de la madrugada", y ha escrito un hilo demoledor respondiendo a la usuaria que recuperó el fragmento y al resto que se han sumado a un pim, pam, pum a su hija. Una respuesta brutal, unas palabras indignadas y contundentes:
No se puede añadir nada más.