Cuando Rihanna pisa una alfombra roja todo el mundo tiembla. Sus conjuntos estilísticos son siempre estridentes, provocativos y esperpénticos. La cantante es una habitual de las fiestas más exclusivas, teniendo un armario lleno de vestidos de gala originales y chillones.
No es nada fan de los modelos tradicionales y apuesta día tras día por modelos que llamen la atención. Consciente de su buen cuerpo, Rihanna presume siempre enseñando más de la cuenta.
Lucir escotes exagerados y faldas súper cortas tiene sus riesgos, por eso. Y no es nuevo que la de Barbados ha sufrido más de un incidente por culpa de eso... Pues bien, el último vestido que ha lucido ha dejado a todo el mundo sin palabras de nuevo.
En esta ocasión el Poiret por el que se ha decantado ha recibido todo tipo de comentarios, comparándolo con una bolsa de basura y criticando el tejido: "Parece papel albal" han llegado a decir en Twitter.
Y es que la pieza no tiene pérdida: se trata de un diseño brillante en dorado que ha llevado al estreno d'Ocean's 8 en Londres. Definirlo como extravagante se queda corto... teniendo en cuenta el complicado patrón y un escote irregular que no paraba de caerle todo el rato. De efecto arrugado y estructura asimétrica, no hay por dónde cogerlo.
Ella se ha paseado de lo más contenta con su vestido, pero mostrándose muy incómoda también al sentir que se le iba viendo casi todo el pecho durante toda la presentación. Incluso los fotógrafos pudieron captar el momento en el que se lo tenía que ir subiendo...
Con un moño alto, un maquillaje muy exagerado, joyas grandes y un clutch brillante: así ha complementado el diseño, luciéndolo con unas sandalias de Louboutin del mismo tono. El desastre podría haber sido monumental, pero ella siguió con su inseparable sonrisa. Estridente como nadie, Rihanna en estado puro.