El próximo 7 de noviembre se cumplirán tres meses desde que Daniel Sancho traspasó el umbral de la prisión de Koh Samui para instalarse allí de manera provisional. Un nuevo hogar fruto de su confesión más chocante ante la policía tailandesa, en la que él mismo aseguraba haber asesinado y descuartizado el cuerpo del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Con todo, los detalles sobre un crimen tan escabroso y las condiciones del régimen penitenciario tailandés no han dejado de ser una de las cuestiones más debatidas en las últimas semanas.
Sin embargo, y más allá de cómo es de macabro el asunto, si por alguna cosa ha tenido notoriedad este caso ha sido también porque el chef madrileño es hijo del célebre actor Rodolfo Sancho. Mientras que Silvia Bronchalo, la madre, se trasladó a la isla tan pronto como era posible que Daniel recibiera visitas, el protagonista de Al salir de clase no lo hizo hasta la llegada de septiembre. Su viaje al país asiático fue uno de los temas más comentados en aquel momento y las cámaras lo seguían allá donde iba.
Hay que destacar que, al contrario que su expareja, que se instaló de manera "permanente" en Koh Samui para estar más cerca del detenido, su visita fue un viaje exprés. Acompañado por el mediático abogado Marcos García Montes, Rodolfo solo se quedó unos días allí con la intención de no despertar un revuelo mayor de cara a la prensa.
Sin embargo, su presencia no pasó inadvertida de ninguna manera. Y es que, morbosidades aparte, la reacción del actor al salir de la prisión después de una visita fue demasiado controvertida. Con una actitud soberbia, decía que no tenía ninguna necesidad de llorar. Quería hacerse el fuerte y le salió mal, ya que todo el mundo lo acabaría tildando de desconsiderado con el suceso, la víctima y sus familiares. Al tiempo, rectificaría y pediría disculpas.
Con todo, y ahora que la figura de Bronchalo ha desaparecido del mapa después de haber estado visitando al 'youtuber' culinario casi cada día, Rodolfo Sancho ha aprovechado la bajada de la presión mediática para volver a Tailandia en secreto. Lo hace, evidentemente, con la intención de visitar a su hijo, pero también con el objetivo de seguir trabajando en la defensa ahora que se acerca la fecha del juicio en que se le quiere acusar de asesinato premeditado y condenar a pena de muerte. Necesitan todavía obtener el informe completo de la policía, así como tienen que buscar a un nuevo abogado tailandés después de que despidieran al que empezó a trabajar en el caso. Según las informaciones que han trascendido en el programa Vamos a ver, el hijo de Sancho Gracia ya estaría volando hasta allí.
Restamos a la espera de nuevas imágenes y reacciones en Koh Samui, mientras Daniel Sancho se mantiene a la espera de que el proceso judicial concluya y conozca, de una vez por todas, cuál será el castigo al que tendrá que hacer frente por sus acciones.