Rosalía ha vuelto a casa. La hija pródiga de Sant Esteve Sesrovires se encuentra con su familia y ha dejado Los Ángeles por un tiempo para volver a reencontrarse con todo aquello que conoce bien. Sólo aterrizar, la cantante del Baix Llobregat se fue un poco más arriba en la geografía catalana. Enfiló hacia Girona, hacia un lugar reconocible para los catalanes, uno de los museos más imprescindibles que tenemos aquí: el jardín de la casa museo de Dalí en Portlligat, en el Alt Empordà, una pequeña casa de pescadores que el genio ampurdanés fue ampliando hasta convertirla en un museo todavía más mágico que el de Figueres. Y para mágica, la cantante de El mal querer.
Después de un poco de surrealismo en vena, tocaba llenar el buche. Y Rosalía tenía claro qué habría para comer el pasado jueves. Un clásico del día intermedio de la semana. Un win win de manual que te encuentras en todos los bares y restaurantes del país en un día concreto, presidiendo las cartas y los menús: los jueves, paella.
No sabemos si la paella que comieron la cocinó ella misma o alguien de su familia. Lo que sí sabemos es el pintón que tiene la paella, más próxima a un arroz de campo que a una paella marinera, con mucha presencia de conejo y de habas más que de mejillones y de cigalas. Da igual lo que digan los puristas del plato valenciano por excelencia, que la paella que muestra en toda su máxima esplendor Rosalía tiene un aspecto MARAVILLOSO.
Muchos de sus seguidores han salivado viendo el arrocito, que huele incluso a través de la pantalla. Pero también ha habido algunos que han sonreído emocionados con un detalle que se ve en las fotografías que ha publicado ella misma. Un pequeño objeto que se encuentra en muchísimos hogares catalanes y que es sinónimo de una de las delicias que hay en la gastronomía catalana: el alioli. Y es que el morterito característico para preparar esta salsa descomunal no ha pasado desapercibido por la red. El típico morterito para preparar el alioli, de color amarillo con dibujos verdes que ves en casa de la yaya y que augura festival culinario.
No sabemos quién hará ir el mortero en casa de los Vila Tobella, pero sus fans están encantados de verla tan feliz en casa. Nos encanta Rosalía y el regusto que deja su música. Como el alioli.