La catalana que más triunfa, la reinona y la patrona. Sencillamente, la Rosalía. La de Sant Esteve Sesrovires hace ya mucho que pegó el petardazo definitivo para convertirse en uno de los iconos generacionales por excelencia. Toda una crack de la música y pionera indiscutible en fusionar con exquisitez el folklore con los sonidos contemporáneos, con el gusto necesario para que sus canciones traspasen fronteras. Es una triunfadora y, como le pasa a cualquier famoso de este calibre, todo el mundo quiere saber dónde está, qué hace y quién tiene el gusto de acompañarla en su día a día. En el amor también, por supuesto.

No estaremos descubriendo América si recapitulamos un poco, viajamos hasta este mismo verano y recordamos el terror popular consecuente a que se descubriese su ruptura con Rauw Alejandro. Comunicados varios para aclarar que todoestáestupendamente vía Instagram y espectáculos lacrimógenos del puertorriqueño día sí y día también —incluida una canción de despedida— desdibujados por el paso del tiempo. Para deleite de la prensa y disgusto de los protagonistas, los examantes tuvieron que verse las caras hace nada en la gala de los Grammy Latinos. Él interpretó Se fue, de Laura Pausini. Ella, Se nos rompió el amor, de la Jurado. Tiene guasa la cosa. Visiones contrapuestas que coinciden con el inicio de una nueva etapa vital para la Rosi. 

Y es que ya lo venimos recogiendo desde hace semanas en EN Blau, pero está clarísimo que la motomami ya ha vuelto a encontrar el amor. Los rumores sobre que ella y el actor Jeremy Allen White habían sido vistos disfrutando de una cita romántica en un restaurante de Los Ángeles cobraban sentido cuando, unos días después, la red se inundaba con unas imágenes de la parejita. A destacar su indumentaria de gusto cuestionable y el gesto de él, que sostiene unas flores. Quién sabe si para regalárselas a ella o para replantarlas en su jardín de divorciado.

No, señores. La cosa no se ha quedado aquí. Nuevas instantáneas de los enamorados han empezado a circular por la plataforma X. En un parking, apoyados en unos coches y entrecruzando los pies. Si alguien sigue pensando que solo son amigos, con todo el cariño del mundo le invitamos a visitar a su optometrista de confianza. Toca regular el amorómetro ocular ya de ya.

Ahora bien, cabe destacar que hay un detalle de estas fotografías que no ha gustado nada de nada a algunos de los fans de la intérprete de Despechá. ¡Están fumando! A nadie le extraña de un malote como el protagonista de The bear, pero de la Rosi... Más cuando ella en el pasado ya había reconocido que no consume tabaco para cuidar su principal herramienta de trabajo: la voz. "Se le va a destruir la vocecita de colibrí que tiene", se lamentan los internautas. 

Los vicios son muy malos. Y vician. Confiaremos en que fumarse un cigarrillo no corromperá la esencia de nuestra estrella patria. Confiamos en su profesionalidad.