En TV3 hay una serie de nombres indisolubles con esta cadena. Joan Pera, que fue quien inauguró la tele el 10 de septiembre de 1983, la Fletcher de S'ha escrit un crim, el JR Ewing de Dallas y la Roseanne. La mujer más deslenguada, huraña, grosera e irreverente de la televisión. La madre más irresponsable, despreocupada e insolente que vieron los espectadores a finales de los 80, principios de los 90.
Y Roseanne vuelve. Una de las noticias más esperadas por los muchísimos fans que tuvo la serie entre 1988 y 1997. Los Conner regresan después de veinte años para emitir 8 capítulos especiales de esta inclasificable familia de clase baja de Illinois.
En los Estados Unidos se emite esta noche la reentré, y ya se preparan para recibir con honores a la propia Roseanne, su marido Dan, su hermana Jackie o los tres hijos de la pareja, D.J., Darlene y Becky. En el último capítulo emitido, Dan Conner moría de un ataque cardiaco, pero el deceso lo han resuelto haciendo ver que el personaje interpretado por John Goodman en realidad había fingido su propia muerte. Nada de sueños torpes estilo Los Serrano.
La idea original de rescatar la ficción fue de los propios intérpretes, Roseanne Barr, John Goodman y Sara Gilbert, la Darlene, cuando los tres coincidieron en un programa haciendo un sketch sobre sus personajes, y viendo que todavía funcionaban tantos años después de despedirse de la audiencia con 16 millones de espectadores.
Roseanne
Después de tantos años, la protagonista está prácticamente igual, gracias a los milagros de la cirugía. Sorprendente también es el aspecto de Darlene, que sigue pareciendo una adolescente, de John Goodman o de Laurie Metcalf, Jackie, actriz que ha ido a más y que estuvo nominada al Oscar hace un par de semanas. Más cambiado -a peor- está D.J., que parece que se haya tragado un palo y que es igual que el padre de Marty McFly en Regreso al futuro.
La cadena ABC, que es quien la emitía antes y quien lo hará ahora, considera que es primordial recuperar esta familia en los tiempos que corren, con una clase obrera despreciada en el país gobernado por Donald Trump.
Roseanne, además, significó un antes y un después, por el hecho de que madre y padre trabajaban los dos fuera de casa y por tocar con humor y mala baba temas tan "serios" y tabú como la pobreza, el alcoholismo, las drogas, el sexo, la menstruación, el embarazo adolescente, la masturbación, el aborto, los problemas raciales, la homosexualidad o la violencia doméstica. Además, por primera vez se enseñaba un hogar "dirigido" por una mujer, una mujer con sobrepeso, que no se preocupaba por su aspecto y que soltaba más de una y de dos opiniones feministas en cada capítulo.
La misma Roseanne Barr ha enseñado cómo será la nueva careta inicial de la serie, con el travelling circular en torno a la mesa a la hora de desayuno, y, como no podía ser de otra manera, con la característica carcajada final por parte de la protagonista:
En el despacho de Vicent Sanchís ya han roto el cerdito de cerámica para ver si pueden reunir el dinero que haría falta para poder comprar la nueva temporada y ofrecerla a los espectadores que crecieron con los afilados diálogos de Roseanne y su familia.
TV3
Pero Televisión de Catalunya hoy en día se parece más a la familia de ficción de Roseanne de lo que hace veinte años. Ahora TV3 también es una familia de clase media que no llega a final de mes. Comprar producciones ajenas es una utopía, por mucho que los espectadores del país agradecerían la mordacidad de esta madre de familia en los tiempos que corren. Ahora que está a punto de acabar Benvinguts a la família, quizás sería buen momento de dar la bienvenida a una familia que tantas noches de gloria llevó a la televisión de los catalanes.