Santi Millán es un tipo polifacético. Ha tocado todos los papeles posibles, y en todos parece que se lo ha pasado y se lo pasa muy bien. Haciendo de actor encima de los escenarios o en la televisión, teatro con La Cubana, a quien hemos visto en numerosas series como Teresines S.A, 7 vidas, Periodistas, Bienvenidos a la familia, El chiringuito de Pepe, El pueblo o Machos Alfa. Haciendo de colaborador con Andreu Buenafuente, "A tope, tio," haciendo de 'Paco', participando en películas de cine como Mil cretins, Any de Gràcia, Amor idiota, La habitación de Fermat, y tantas otras. O haciendo de presentador, en TV3 o en Telecinco, con programas como A pèl, Got talent o el más reciente, la nueva versión de un programa con reporteros punzantes e irreverentes vestidos de negro con gafas oscuras, Caiga quien caiga.
Ahora, sin embargo, Santi ha añadido un nuevo palo a sus habilidades. Un palo que tiene que ver mucho con irreverencia, aunque él mantiene que "La irreverencia está en los ojos de quien mira". Millán se ha hecho escultor. Todo empezó en la pandemia, "teníamos mucho tiempo, poca cosa a hacer y empecé en casa, cogiendo cosas que tenía, juntarlas, combinarlas... Son piezas que he encontrado en la basura o la mayoría son de los Encantes. Yo las cojo y les doy una segunda vida, que intento que sea un poco más divertida," ha dicho en El matí de Catalunya Ràdio. Y fruto de esta afición que nació en pandemia ahora ha hecho una exposición, su primera exposición, con una veintena de piezas creadas por él mismo siguiendo esta idea, la de reciclar figuras y piezas antiguas con cosas que se va encontrando, customizándolas, pintándolas o dándoles otro sentido al que todos tenemos en la cabeza. Millán ha inaugurado en la Pigment Gallery de Barcelona 'Santificado', un nombre que no es en balde, y que tiene toda la intención del mundo.
Y es que el lema de la exposición tiene que ver con las figuras que ven, la Virgen Maria, Jesucristo, el Papa Juan XXIII... con una forma bien diferente y que seguro que no deja indiferente a nadie. Así, en la exposición vemos también bombonas de butano, satisfyers, la lengua de los Rolling Stones, cascos de moto, capas de torero... mezclados con símbolos menos terrenales. ¿Cuál es la escultura más cara?: "María Dorada. Si la queréis adoptar, 6.000 euros." ¿La pieza a la cual le tiene más estima?: "Todas, porque son como criaturas, pero esta es una de ellas", dice mostrando una princesa Leia de Star Wars bien peculiar. Una exposición que por mucho que él diga, sabe que muchos pueden considerar irreverente, sobre todo por la materia que toca...