Santiago Segura debe estar pensando que más le valía no decir absolutamente nada. Y es que después de las marchas de la ultraderecha para protestar contra Pedro Sánchez, que han causado indignación entre los antifascistas y una multitud de personas con juicio; el cineasta ha hecho aquello de igualar a los unos con los otros para pedirles serenidad. Este es el llamamiento equidistante del madrileño:
Ni "fachas" ni "rojos". Ni "extrema derecha fascista" ni "bolcheviques bolivarianos". Segura reparte culpas al 50% y llama a la reflexión para alcanzar la concordia. La reacción de los que lo siguen en Twitter seguramente no es la que esperaba, porque le llueven las críticas:
Esta no es la primera polémica política de Santiago Segura desde que empezó la crisis de la Covid-19. Hace tres semanas, después de que se publicara que el Gobierno había comprado tests defectuosos, el director comparó a Pedro Sánchez con su personaje cinematográfico más famoso, el chapucero Torrente.