El 22 de abril del 2003, ahora ha hecho veinte años, se estrenó en Telecinco una de las series más famosas de la historia de la televisión en España: Los Serrano. Una serie que pasaba en el ficticio barrio de 'Santa Justa', cerca de la ribera del Manzanares, donde había una taberna, 'Hermanos Serrano', o una escuela, el colegio 'Garcilaso de la Vega'. Allí vivía una familia, la que daba nombre a la serie, formada por Diego Serrano (Antonio Resines), un padre viudo al cargo de sus tres hijos, Marcos (Fran Perea), Guille (Víctor Elías) y Curro (Jorge Jurado), y su nueva pareja, Lucía (Belén Rueda), mujer divorciada madre de dos hijas, Eva (Verónica Sánchez) y Teté (Natalia Sánchez).
Todos conviviendo bajo el mismo techo durante 8 exitosas temporadas y 147 capítulos que acabaron con una chapuza, uno de los capítulos más vergonzantes de la historia de la televisión en España, cuando se resolvió de manera torpe. El personaje principal se suicida, pero después ve una luz blanca, despertando al lado del personaje de Rueda, que había fallecido antes en un accidente. Y es que nos dijeron que toda la serie había sido un sueño, o una pesadilla, acabando con una escena típica de reunión familiar de la primera temporada.
Atrás quedaban situaciones esperpénticas, diálogos de vergüenza ajena, chascarrilos de traca, persecuciones con la escobilla del inodoro, amor entre hermanastros y una retahíla de personajes principales y secundarios que seguro que muchos espectadores recuerdan. Y es que más allá de los protagonistas, había el tío 'Santi', la abuela 'Carmen', el mejor amigo de 'Diego', 'Fiti', o los amigos de los hijos, como 'Raúl', 'Chuky', 'Valdano', Boliche' o 'Yoli'. Quedémonos con este personaje.
La mejor amiga de 'Tete' estaba interpretada por una joven actriz, Sara Brasal, aunque no fue fácil para ella interpretar este papel, tal como ha confesado al programa Socialité: Yo venía de sufrir bullying en el colegio, no me metía la cabeza en el váter ni me pegaban, pero sí que me dejaban sola y sin amigas, venir de una situación así y hacer de fea y gorda en la tele...". Unas dudas que hicieron que casi no aceptara el papel: "Era lo que me faltaba, no quería que la niña fea y gorda de la serie se trasladase a la vida real". El apoyo de su madre y de todo el equipo de la serie, sin embargo, la ayudaron: "Las personas del equipo me explicaban que me iban a poner fea, pero que era un personaje, que no era la realidad, de hecho me decían que les costaba encontrar unas gafas que me sentaran mal porque con todas estaba guapa, hicieron un gran trabajo".
Brasal reconoce que nunca quiso dedicarse a la interpretación (llegó al casting de 'Los Serrano' acompañando a su hermana), a pesar de sentir fascinación por el mundo de la televisión y el cine, donde ahora trabaja..., pero detrás de cámaras: "He descubierto un nuevo mundo como ayudante de dirección, me estoy preparando para ello y lo cierto es que estoy muy feliz". Nos alegramos.