No están siendo buenos tiempos para Sara Carbonero. Más bien, todo lo contrario. Después del cáncer que le diagnosticaron, ha sufrido algunos momentos muy complicados durante su tratamiento de quimioterapia y las numerosas estancias en el hospital. Aun así, insiste en levantar cabeza como sea, "Aceptar, abrazar, transitar, no esquivar. Creo que nos vamos entendiendo. Verano 2024". De vacaciones en su pueblo con su familia, no piensa desfallecer, "Gracias, vida, porque aunque estos años no me estás dando mucha tregua y me estás retando fuerte, el aprendizaje no sería el mismo sin tanta piedra en el camino ni mi nivel de conciencia tampoco".
Una Carbonero que tenía marcado en rojo un viaje muy especial para ella este verano, como embajadora de UNICEF. Visitando centros de hospitalización y conociendo el trabajo de la ONG, como lo hizo tiempo atrás en un viaje al Senegal, "Vamos con todo, camino a conocer una realidad terriblemente dura y sobrecogedora. Necesaria de contar y plasmar en imágenes. Sé que será un viaje difícil tanto física como emocionalmente. Ojalá sirva para remover conciencias", ha dicho en el inicio del viaje a Panamá.
Pero solo empezar, la vida le da otra bofetada, otro golpe que la ha dejado destrozada. Porque en pleno viaje, un golpe devastador, otro, para la presentadora de Corral de Almaguer, en Toledo. Carbonero ha compartido con sus seguidores en redes un texto devastador, que rompe el corazón, compartiendo el dolor que sufre. ¿Por qué? Por la muerte de alguien muy especial para ella, alguien muy próximo y a quien amaba con locura, sin revelar, sin embargo, la identidad de la difunta. "La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sinó que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un 'Ahhh'". A miles de kilómetros de distancia, acaba de recibir la noticia de la muerte de alguien fundamental en su vida. Imagen de una estrella, y frase del escritor Jack Kerouac, que le apasiona y tiene mucho significado para ella.
“Escribo esta frase porque te encantaba. Nunca, nunca te vamos a olvidar. Va a ser muy difícil vivir sin ti. ¡Qué puto dolor! Qué injusto…”, dice. Lo que sí se sabe es que la persona que ha fallecido es una mujer, "la mujer más valiente y buena, la que desafió a todos los pronósticos, la amante de la vida. Gracias por cuidarnos”. Y también se sabe que es alguien de su pueblo: “Te querremos y recordaremos cada día, en la plaza de Corral, en la mirada de tu virgen de la Muela”. Un adiós sobrecogedor que conmueve citando al Boss: “en las estrellas que desde hoy, brillan con más fuerza que nunca mientras suena ‘No Surrender’". La maravillosa canción de Bruce Springsteen que ha puesto de fondo en esta publicación.
Descanse en paz.