Aparte de ser una una actriz con un talento indudable, es, por derecho propio, la más rentable a nivel económico. Sus películas han recaudado 3.300 millones de dólares, convirtiéndose este año en la única mujer que entra en el top ten con respecto a las ganancias que generan sus filmes. Uno de estos estrenos multimillonarios es el último blockbuster, Vengadores Infinity War, repitiendo en el papel de "La viuda negra".
Por eso, cualquier cosa que haga o diga Scarlett Johansson tiene mucha repercusión. Si a eso le añadimos que es de las actrices que siempre ha dicho lo que le ha venido en gana sin pelos en la lengua, nos encontramos con que acostumbra a interpretar papeles de mujeres seguras de ellas mismas: "No me sale bien el papel de damisela en dificultades. Es difícil para mí interpretar el papel de víctima" o "La mejor manera de estar cómoda con tu cuerpo es aceptarlo" son algunas de las frases que ha dicho últimamente.
Precisamente la experiencia más comprometida que ha vivido Johansson fue relacionada con una parte de su cuerpo. Tal como le confesó al presentador norteamericano Jimmy Kimmel, en uno de sus numerosos viajes en avión, fue al baño en un momento dado. Normalmente siempre mira de cerrar bien la puerta y asegurarse de que coloca la barra roja de "ocupado" en aquellas puertas correderas que dan tan poca sensación de hermetismo. "Hice lo que había ido a hacer allí y cuando acabé, me giré e incliné para coger papel higiénico. Justo en aquel momento la puerta se abrió y un hombre se quedó plantado mirando hacia abajo sin moverse, hasta que le grité: '¡Cierra la maldita puerta'!". Ante las risas del presentador y de sus compañeros de reparto gritó bien orgullosa: "Enseñé la vagina. Sí, ¡¡he dicho vagina!! ¡Asumidlo!".
A la intérprete de "Match point" o "Vicky Cristina Barcelona", sin embargo, este hecho no la hizo molestar, más allá del mal trago evidente que pasó. Lo que realmente la ha sacado de quicio ha sido que la involucren con una supuesta audición. Pero no para protagonizar ninguna película, sino para ser pareja de Tom Cruise. La revista The Hollywood reporter explica que después del divorcio del actor de Misión imposible con Nicole Kidman, la maquinaria publicitaria y de marketing de Cruise puso en marcha una especie de casting entre diferentes pretendientes para ver cuál podría ocupar "el corazón" del actor y de paso, las páginas del papel couché. Una "mentira asquerosa" según Johansson, que ha enviado un duro comunicado a la revista negando haber participado en cualquier audición de este tipo.
"No quiero que se difunda la idea de que no tengo integridad para escoger mis relaciones. Sólo un hombre podría inventarse una idea así de loca", ha dicho la actriz, en referencia al periodista que lo ha escrito, Brendan Thige, un hombre relacionado con Cruise y con la iglesia de la cienciología.