Con 113 millones, Selena Gómez tiene más seguidores que nadie en Instagram. Su popularidad y la constante actividad del artista en la red social -casi 1.300 publicaciones-, tienen la culpa.
Una popularidad que ha resultado ser un arma de doble filo, ya que como ha confirmado la ex chica Disney a los medios, esta aplicación la condujo a una adicción y a una posterior depresión.
Cuando el año pasado todavía le quedaban 30 conciertos por delante, tuvo que cancelar la gira Revival para someterse a tres meses de terapia: "Mi autoestima estaba destruida. Estaba deprimida, con ansiedad. Empecé a tener ataques de pánico antes de salir al escenario", ha declarado la cantante, añadiendo que cuando se convirtió en la persona más seguida de Instagram se asustó mucho y eso la empezó a consumir.
La obsesión de Selena Gómez llegó a tal límite que tuvo que borrar la aplicación de su móvil. A pesar de eso, parece que estos problemas ya han quedado atrás y habla con normalidad de este episodio que tanto problemas de salud le ha costado.
A día de hoy, ha reanudado su actividad musical y también a Instagram.