Desde que se ha sabido la barbaridad perpetrada por el Tribunal Supremo, con una sentencia al procés y a los presos políticos que prácticamente llega a los 100 años, sumando todas las condenas, son muchas las voces que se han levantado para emitir su impotencia, rabia, tristeza e ira ante una decisión que significa un antes y un después en la relación entre Catalunya y España. La dureza de las penas ha hecho movilizar el país, y son muchos los que han escrito textos rotundos sobre la sentencia. El mundo de la interpretación ha sido especialmente activo desde de buena mañana. Actores como Santi Millán, José Corbacho, Josep Julien o Quim Masferrer se han pronunciado. Todos ellos catalanes. Pero la impotencia ante la injusticia también ha llegado de profesionales españoles que ven en la sentencia una auténtica salvajada. Es el caso del famoso actor Carlos Bardem.
El hermano mayor de Javier, a quien hemos visto en numerosos éxitos del cine español, como Celda 211, Alacrán enamorado, Assassin's creed o Entrelobos, es igual de activista que su hermano y siempre que puede, se expresa y echa una mano en diferentes causas sociales. También es un azote habitual de la sociedad y los medios españoles más rancios que se acostumbran a envolver en la bandera española para justificarlo todo. También una sentencia como la del procés. Bardem no se ha mordido la lengua a la hora de definir la decisión de los jueces, definiendo como "penoso" y "peligroso" lo que han hecho: "La sentencia al procés evidencia que el franquismo dejó atado y bien atado el asunto judicial. Penoso. Peligroso". El actor, además, expresa que "pone de manifiesto, como la de Alsasua y en otro sentido la ligereza de penas a corruptos, una asimetría en la gravedad de las condenas impropia de un poder judicial democrático". Zasca en toda regla al sistema judicial español y sus adláteres.