Esta semana salía a la luz el drama de Sergi Arola. El prestigioso chef catalán estaría inmerso en un mal momento profesional y también personal: con problemas de salud y con una deuda millonaria. Al publicarse unas imágenes suyas en las que se le veía mucho desmejorado, saltaron las alarmas. Pero todo estalló cuando se afirmó que le habían pillado saliendo de urgencias después de sufrir un ataque de ansiedad.

Los medios empezaron a publicar fotografías de su Instagram que habían pasado desapercibidas hasta entonces. Unas fotos con el pelo y la barba visiblemente más largos y un estilo mucho más dejado que otros años. En este contexto, el cocinero ha querido acudir a Espejo Público para desmentir algunas informaciones que se han llegado a dar. Y es que afirmaron que después de cerrar el restaurante de Madrid y divorciarse de su mujer, habría acumulado una deuda de siete millones de euros entre la Agencia Tributaria, la Seguridad Social, bancos y proveedores.

Susanna Griso y sus colaboradores le han entrevistado, consiguiendo sus primeras palabras desde que estallara la polémica. Y lo primero que ha querido hacer Arola, ha sido evidenciar su cabreo con la repercusión que toda esta historia ha tenido. Ha negado tajantemente que la relación con sus exparejas tuviera alguna cosa que ver con su declive económico, confesando que esta parte ha sido la que más daño le ha hecho.

Ahora bien, no ha negado estar pasando por un momento económico complicado. Ha confirmado que efectivamente como empresario es "un desastre", pero que si tuvo que cerrar el restaurante, fue porque lo montó en un momento muy complicado. Así, adquirió una importante deuda con el banco: "Me comí la crisis y cuando pespunteé, la mochila de deuda que llevaba era tan grande que cerré. Como yo no soy Bankia, no quisieron renegociar conmigo". Eso sí, ha querido dejar claro que no está arruinado: "Una persona mientras tenga dos manos y talento para trabajar, nunca está en la ruina".

También ha dicho que es cierto que fue al hospital, al notar que la mano izquierda se le dormía después de hablar un largo rato por teléfono. Allí le hicieron un electro y todo salió bien, pudiendo ser por un ataque de ansiedad, como afirmó Corazón TVE. Lo que más le sorprendió de todo, fue encontrarse con su imagen saliendo del centro. Un seguimiento del paparazzi que le ha hecho reflexionar. Y Arola tiene claro que hay un culpable: "Hay gente muy cabreada que podría querer hacerme caer".

Todo sería una táctica para desprestigiarlo, hacer que se hable mal del cocinero. Griso le ha intentado sustraer quién sería esta "mano negra", pero él no ha querido dar más detalles. ¿Se trata todo, pues, de una estrategia para hacer daño?