Shakira se encuentra en el ojo del huracán. La cantante acaba de poner en marcha la gira europea que tuvo que suspender al sufrir una grave hemorragia en las cuerdas vocales, pero nadie está hablando de su triunfo. En vez de alabar que esté llenando los escenarios y vendiendo todas las entradas, si hoy se habla, es por la polémica que le rodea. Y es que ha tenido que retirar un colgante de la web de merchandising oficial al contener un símbolo nazi.

Le han acusado de hacer apología del nazismo al promocionar la gira con una joya que contenía el icono del Sol Negro, un símbolo utilizado por las SS nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Al salir a la luz, rápidamente eliminaron el colgante de la web. Ahora bien, era demasiado tarde.

Las críticas se han multiplicado y la pesadilla ha empezado. La cantante todavía no ha hecho ningún comunicado oficial, centrándose en los conciertos y dejando de lado esta grave equivocación.

En vez de hablar eso, Shakira ha decidido llenar Instagram de fotografías del concierto del jueves por la noche, llenando un estadio de Milán con miles de personas. Ha vuelto a hacer vibrar a todo el mundo, moviendo las caderas e interpretando los temas más famosos. Ahora, la imagen que ha trascendido de la actuación, por eso, es de los asistentes sosteniendo unas pancartas amarillas.

Se puede ver claramente una marea de cartulinas amarillas con uno T'estimo (te quiero) escrito a lo grande. ¿Pero por qué este gesto? Todo viene a raíz de la canción Amarillo que le dedica a Gerard Piqué en su último disco: evidenciando su amor hacia el futbolista diciéndole que le quiere en catalán.

Shakira ha publicado una foto de antes del concierto en la que ya se ve a los fans con las cartulinas, así como otra de la actuación cuando las han vuelto a sacar. Compartiendo también Piqué una muestra: "¡Muy emotivo!", dice él. Mientras Shakira agradece la implicación del público: "Los ojos llenos de agua y el alma de emoción. ¡Hacen todo posible!".

Los seguidores aplauden el gesto de Shakira, pero están todavía recelosos pensando en la polémica del colgante nazi. ¿Lo olvidarán pronto?