La infidelidad es la causa principal que sobrevuela la ruptura más famosa del momento, la de Gerard Piqué y Shakira. Al central del Barça se le adjudica una vida nocturna "desatada" y una relación con una camarera de 22 años de un local de ocio que está en boca de todos: La Traviesa, en el Carrer de Tuset. Una joven rubia que tendría una semblanza impresionante con la cantante colombiana, para añadir más sal y pimienta al tema. La mayoría sólo podemos hablar de lo que se explica en los ambientes periodísticos y del colorín, de las informaciones que publican compañeros o incluso de las imágenes de ambos durante estos días, en pleno huracán mediático y sentimental. Pero parece ser que hay fotos que demuestran la deslealtad. Y las tiene en su poder Shakira. Las habrá mirado una y mil veces antes de tomar la decisión de separarse y poner punto y final a 12 años de romance idílico, cuando menos para millones de fans.
Cómo llegó a obtener las pruebas del delito es uno de las interrogantes de la historia. Y la respuesta es tan sencilla como contundente: encargó un seguimiento exhaustivo de las salidas del central culé con el objetivo de averiguar por qué narices llegaban tan a menudo facturas muy elevadas en clubs nocturnos. Es lo que se está diciendo en el programa 'El Gordo y la Flaca' de la cadena Univision, una de las principales televisiones de habla hispana en los EE.UU. Un trabajo de espionaje para el que contrató los servicios de una agencia de detectives. En un primer momento cumplieron con el trato. Sabían qué hacía Piqué fuera de casa. Pasárselo muy bien con sus nuevos amigos y haciendo de paganini millonario, claro. Quizás eso podría haber sido un tema que se podía resolver, pero había más información, como la revelación de la existencia de C. Existència y proximidad extrema, vaya. Enrollados.
Gerard tenía una aventura. Las imágenes eran definitivas. ¿Cuál fue el siguiente paso? Comprar el material y guardarlo bajo siete llaves. Nadie las vería, pero al mismo tiempo eran la sentencia incontestable para el futbolista y empresario. Shakira, a pesar del dolor de saber que la engañaban, se aseguraba tener el control de la situación y marcar los tiempos de la resolución del conflicto. Lo que no sabía era que estaba a punto de sufrir un doble engaño, una nueva trampa. Sus informadores jugaban a diferentes bandas, la de su cliente y la de sus intereses particulares al mismo tiempo. Y según asegura el programa americano empezaron a ofrecer a los medios de comunicación la bomba de la infidelidad, de C. y de todo lo que estamos viviendo actualmente. La información ya no era propiedad exclusiva de la superestrella traicionada, no. Empezaba a formar parte del paisaje compartido por todos. Y eso era lo peor que podía pasar.
Las mismas fuentes sostienen que Piqué se enfadó mucho por la maniobra de Shakira porque "afectó a su imagen". Ella, por su parte, dio el paso de emitir el comunicado para acabar con los rumores a pesar de la resistencia del catalán, que hubiera querido que fuera más extenso y ofreciera su punto de vista. La separación se aceleraba y el ruido mediático también, cosa que podía afectar al bienestar de Milan y Sasha Piqué Mebarak. Dicen que hubo reunión para establecer ciertas normas que los protegieran sobre todas las cosas. Su custodia parece que será uno de los elementos de discusión más importantes, sobre todo porque las voces que dicen que ella va loca por largarse de Barcelona son muy insistentes. De momento, esi sí, la hemos visto seguir ejerciendo de madraza y de hija preocupada por sus padres de avanzada edad. Y de vez en cuando, sí, se le escapa un gesto de tristeza en la cara.
Aviso a navegantes: serán una pareja muy poderosa, pero cuando los tiburones huelen la sangre no hay escapatoria. El mordisco te lo llevas, sí o sí.