Dicen que las desgracias nunca llegan solas. Shakira está comprobando la potencia de esta máxima. Si la de Barranquilla no tuviera bastante con la separación traumática de Gerard Piqué, de la futura batalla legal por la custodia de los niños, de sus problemas con Hacienda e incluso de la presencia de un acosador en torno a su mansión de Esplugues de Llobregat, la delicada situación de su padre William, de 90 años, la tiene tan ocupada como preocupada. Una caída al llegar a Barcelona cuando el escándalo de la ruptura e infidelidad empezaba a coger forma tiene la culpa. Tuvieron que ir al hospital a toda prisa para atenderlo, y allí se produjo la primera confusión y fake news de la historia. "Ataque de ansiedad", "gritos","ingreso", decían algunos, atribuyendo la hospitalización a la propia cantante, supuestamente por haber discutido con el futbolista. Ella salió a desmentirlo y explicar la realidad, revelando el incidente de William. Todo parecía ir bien en la delicada y lenta recuperación, pero la cosa se ha torcido de nuevo.
A pesar de los esfuerzos de Shakira y del resto de familiares por mejorar el estado de salud del padre, ayudándolo a realizar ejercicios de rehabilitación cognitiva (cómo enseñó en un vídeo enternecedor y emocionante en Instagram), los resultados no son los esperados y han tenido que volver a ingresarlo. En este caso, en la Clínica Teknon, y hasta allí se ha desplazado la cantante colombiana para visitarlo, acompañada por uno de sus hijos, Milan, de 9 años. Se presentaron en la furgoneta campera y surfera que siempre utiliza en sus desplazamientos. Al aparcarla, sin embargo, se dio cuenta de un nuevo problema. Porque, efectivamente, cuando algo puede ir mal, irá siempre a peor.
Los nervios de Shakira explican lo que pasó al llegar a la Teknon
Un incidente que resume perfectamente el estado de nervios en el que vive Shakira durante las últimas semanas. Cierto que desde su casa hasta la mencionada clínica no hay una gran distancia, pero en condiciones normales es suficiente para darte cuenta que tu vehículo no está en condiciones para circular. Tener dos ruedas pinchadas y prácticamente desinfladas hace la conducción extraña, difícil, anormal. Pero si tus preocupaciones son mucho más urgentes y profundas que un trayecto de unos 10 minutos en coche, todo se entiende mejor. Al bajarse de la furgo y enfilar hacia la puerta descubrió este inconveniente, que recoge la revista '¡Hola'! con documentos gráficos inapelables.
La mascarilla transparente de Shakira dejaba entrever una sonrisa de circunstancias
Ya se pueden imaginar que el vehículo no volvió a circular y que tuvo que ser asistido por una grúa para proceder a su reparación. Un poco más de show, vaya. En todo caso, Shakira y Milan dedicaron su tiempo a lo que realmente tenían que hacer allí, que era acompañar al abuelo William y a la abuela Nídia. El resto era superfluo, accesorio e irrelevante. Que todo sea eso, ¿verdad? Ahora bien: no queremos ser malpensados, pero pinchar dos ruedas al mismo tiempo, tratándose de quien es y con el revuelo mediático de su separación en plena ebullición... da que pensar. La colombiana sacó fuerzas de su interior para intentar dibujar una sonrisa mientras entraba por la puerta principal del centro, saludando a fotógrafos y curiosos. Lo sabemos por la mascarilla transparente que llevaba en esta ocasión, porque la mirada decía otra cosa.
Lo que realmente importa: ojalá que William se recupere del todo y la familia tenga motivos para la alegría. Una tregua, ya sería hora.