Los rumores de crisis rodean Shakira y Piqué con cada vez más fuerza. Hace meses ya que se empezó a especular con una presunta ruptura, y los últimos acontecimientos refuerzan este pensamiento. Esta misma semana, de hecho, se ha cazado al futbolista visitando el casino de Barcelona de madrugada. Todo, después de otra salida nocturna con una redactora de Cazamariposas que hizo sospechar todavía más.
Pueden parecer dos noches de fiesta sin importancia, pero hay que contextualizarlo. Los medios se escandalizaron al asegurar la revista Cuore haber sido testigo de una monumental bronca que habrían tenido en una crepería. Una discusión que habrían tenido delante de los niños y que habría acabado con Shakira llorando.
Ahora bien, todo eso llega en un momento muy complicado también profesionalmente hablando. Shakira emitía un comunicado el mes pasado lamentando tener que cancelar su gira europea por problemas de salud. Una hemorragia en las cuerdas vocales la tendría muy angustiada, ya que tendría dificultades incluso para hablar normal.
Y ahora es precisamente esta enfermedad la que devuelve a la cantante a los titulares. ¿Qué ha pasado? Resulta, según el portal web Look, que Shakira habría cambiado de médico para castigar al actual y evitar más filtraciones a la prensa.
Y es que precisamente este medio pudo contactar con su otorrinolaringólogo, quien no tuvo ningún problema en dar detalles de su diagnóstico. Qué casualidad que al volver a contactar con él, les ha confesado que ya no sigue siendo su médico: "Ya no la trato y no sé cuál es su evolución".
Un hecho destacable pero con sentido si se analiza la situación desde la perspectiva de la colombiana. Harta de los rumores, habría preferido buscar un nuevo médico que no esté en contacto con los medios.
Y ahora es noticia precisamente quién és este nuevo médico. Porque Shakira no ha escogido uno cualquiera, claro está. Se trata del prestigioso laringólogo Steven M. Zeitels, considerado el mejor cirujano del mundo. Lecturas asegura que la cantante habría ido hasta Boston para que le trate él, el mismo que operó a Adele en 2011 y la estrella Sam Smith en 2015.
La situación está bien tensa, pero parece que Shakira no quiere que se hable. ¿Lo conseguirá?